CHARLOTTE — Nunca los niños estuvieron tan felices de asistir a Misa. El pasado domingo, bajo un sol radiante y una refrescante brisa, cientos de niños disfrutaron de un merecido homenaje que les brindó la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Charlotte.
Bajo la inspiración del versículo bíblico, “Dejad que los niños vengan a mi”, tomado del Evangelio de San Mateo 19:14, esta parroquia organizó un festival orientado a reconocer y celebrar la presencia y papel de los niños en la comunidad. El agasajo, que se extendió desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde, incluyó la presentación de números musicales, danzas, representaciones, juegos, la venta de deliciosos platillos, golosinas, helados y bebidas, además de la entrega gratuita de palomitas de maíz y algodón de azúcar.
La presentación de la vecindad del Chavo del 8, que se produjo en varias ocasiones a lo largo del festival, acaparó la atención de grandes y chicos que aplaudieron a los niños, jóvenes y adultos que se caracterizaron de el Chavo, Ñoño, la Chilindrina, Kiko, Doña Florinda, Don Ramón y otros queridos personajes de la popular serie mexicana.
El Padre José Gregorio García, vicario parroquial, dijo que la celebración coincide con la cercanía del festejo del Día del Niño que ocurre cada 30 de abril en México, aunque internacionalmente se celebra el 9 de junio y en Estados Unidos el primer domingo de junio.
“Celebrar la fiesta del niño es reconocer que ellos hacen parte esencial de la familia. En estos momentos de la historia, quizás celebrar el Día del Niño se convierta en algo profético”, dijo. Debido a que muchas familias, explicó, por diferentes razones no quieren tener niños, el festejo de la fecha es de suma importancia. “Es celebrar no solo la alegría del hogar, un componente esencial en los hogares, sino que es celebrar el futuro de la humanidad y con ello el futuro de la Iglesia. Hay que decirles y hacerles sentir que son importantes, que tienen su puesto y que, así como celebramos a papá, a mamá, a los sacerdotes, a los educadores, por qué no celebrarles a ellos”.
Joshua Madrid, un niño que representó a ‘El Chavo’, estaba feliz de realizar esta tarea por segundo año consecutivo. “Mientras crecía siempre estaba mirando al Chavo y Chespirito y tenía su disfraz. Me gusta mucho el fútbol, pero también podría ser actor”, dijo.
Por su parte Gabriel Copado, quien se vistió de ‘Kiko’, dijo que no puede hinchar los cachetes “por que no lo aguanto”, pero confesó que, aunque no se identifica completamente con el personaje, le gustan ciertas cosas de él, como la cercanía y el cariño a su mamá.
María de la Luz Flores asistió acompañada de su esposo, Leonel Medina, y sus hijos Luz y Emiliano. Aunque solo lleva dos meses asistiendo a la parroquia, dijo sentirse “muy a gusto y en confianza”. Sus niños, su esposo y ella, señaló, disfrutaron de la fiesta y esperan que se lleve a cabo el próximo año.
— César Hurtado | Catholic News Herald