CHARLOTTE — Con la alegría de celebrar los 40 años de fundación de la familia misionera Apóstoles de la Palabra, y a la vez la tristeza por el fallecimiento del Padre Flaviano Amatulli Valente, fundador de esa misión, ocurrido el pasado viernes 1 de junio en la ciudad de México, los miembros y amigos de la familia misionera de Charlotte se reunieron el pasado sábado 2, desde las nueve de la mañana, en la cafetería de la escuela San Gabriel conmemorando ‘El día del Apóstol’.
En la cita, que concluyó en horas de la tarde, los asistentes disfrutaron de sano entretenimiento familiar, deliciosas viandas, música inspiradora, concursos y una charla dictada por el padre Noé Guerrero, misionero Apóstol de la Palabra de México.
“Para nosotros, en la fe de Jesucristo Nuestro Señor, es más que nada un momento especial para dar gracias a Dios por la vida y el ministerio que el Padre Amatulli desempeñó aquí, en el tiempo que Dios le dió la oportunidad para estar entre nosotros”, dijo el padre Fidel Melo, director del Ministerio Hispano de la Diócesis de Charlotte, quien participó de las festividades.
Luego resaltó el crecimiento de la misión ante la necesidad de respuesta a las preguntas sobre la fe. “Desde hace muchos años la presencia de los Apóstoles de la Palabra ha sido una bendición para la diócesis”, especialmente porque hace algún tiempo era “todo un reto” el encontrar material “con respuestas a las preguntas que los hermanos y las hermanas católicas tenían sobre la fe”, señaló. “Fueron los Apóstoles de la Palabra los que vienen a ayudarnos a dar una respuesta más clara, más precisa y más fácil a través del material que ellos ofrecen, desde luego inspirados y guiados por el Padre Amatulli”.
La hermana Eri Rodríguez, a cargo de la misión en la región sureste del país con sede en Charlotte, dijo que estaban agradecidas con Dios porque el Padre Amatulli llegó a México en 1968 y “Dios tenía sus planes para el Padre, dejar una semilla, la comunidad misionera Apóstoles de la Palabra. Y claro, estamos tristes pues está el sentir humano, pero también alegres porque tenemos un gran intercesor en el cielo”.
Rodríguez describió al Padre Amatulli como “un enamorado de la palabra de Dios, de la Iglesia Católica y de que el católico se instruyera en su fe”.
Luego, con tristeza y esperanza, señaló que “el Padre Amatulli se fue, pero nos ha dejado una gran responsabilidad a nosotros, que la misión tiene que seguir”.
Apóstoles de la Palabra, considerado como una familia misionera, está abierto a recibir a personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores. La hermana Rodríguez aclara que los interesados pueden apoyar en diversos ‘departamentos’ como pastoral bíblica, defensa de la fe, enfermos, oración, matrimonios, niños, jóvenes. “Hay una variedad donde las personas eligen el apostolado y la manera en la que pueden servir. No hay excusa para decir ‘yo no puedo hacer nada’. Como decía el Padre Amatulli, ‘el no hacer nada es un delito’, entonces hay que hacer algo para la evangelización”, puntualizó.
Si requiere mayor información puede llamar a la hermana Rodríguez al 209-626-0542.
— César Hurtado, Reportero hispano