CHARLOTTE — El pasado sábado 2 de junio, bajo un radiante sol y cielo despejado, doce equipos infantiles de fútbol distribuidos en tres categorías dieron inicio al décimotercer torneo Congregación que organiza la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe de Charlotte.
Una verdadera fiesta deportiva se vivió en los campos ubicados tras el templo de la calle Tuckaseegee, al oeste de Charlotte.
Desde antes del mediodía, hora designada para el inicio de la ceremonia de inauguración, decenas de padres de familia, directores técnicos y organizadores se presentaron en el campo de juego.
Daba gusto ver la amistad entre jugadores y padres de familia de equipos rivales que se preparaban emocionados para el importante evento.
Richard Sierra, administrador de la iglesia y organizador del torneo, dijo que lo observado no es raro. “Es lindo ver como se hace comunidad e iglesia con los papás. Sin distinción de equipos, los padres se relacionan, hacen convivios”.
Apenas pasadas las doce del día inició el desfile de los equipos. Niños, niñas y jovencitos ataviados con coloridos uniformes y acompañados por sus directores técnicos recibieron el aplauso de los padres de familia, amigos e invitados a la ceremonia.
Luego se dio pase a la juramentación de los atletas, entrenadores, organizadores, cuerpo arbitral y padres de familia que, ante Dios y la Iglesia, se comprometieron a respetar el reglamento con la finalidad de llevar adelante un torneo recreativo más que de competencia.
Oscar Madrid, padre dos niños participantes, entre ellos Osquitar, jugador del equipo Santa Lucía, resaltó la importancia del compromiso asumido por los padres de familia. “Todo lo hacemos por el bien de nuestros hijos y la Iglesia. A veces es un poco difícil (obedecer el reglamento). A veces uno se calienta y se prende. Y yo soy uno de ellos, pero he ido aprendiendo. Eso es lo importante aquí en la Iglesia que se va aprendiendo y se va trabajando en esos campos”.
Luego añadió que gracias a estos torneos uno “se va conociendo con más familias” y acercándose más a la Iglesia y la comunidad.
Pero no solo los padres de familia juramentaron. Los deportistas prometieron, entre otras cosas, aceptar y respetar las decisiones de los árbitros. Por su parte los jueces juraron actuar con imparcialidad y poner toda su atención para no equivocar sus decisiones. De igual manera los directores técnicos garantizaron su accionar justo y responsable para con los jugadores, árbitros y organizadores.
Osquitar Madrid, participante de la categoría infantil y admirador del jugador brasilero Neymar, dijo que juró que obedecerá al árbitro y así lo va a hacer. “Soy bueno y, en este campeonato, voy a anotar al menos cinco goles”, prometió.
HERRAMIENTA EVANGELIZADORA
El torneo Congregación tiene una larga historia. Un año después que la Iglesia se trasladara en 2002 a la calle Tuckaseegee se llevó a cabo la primera edición. Tras una suspensión breve para el arreglo de los campos, año a año el campeonato se ha venido realizando hasta nuestros días.
“Estamos utilizando ese balón de fútbol como herramienta para evangelizar a estos niños, para enseñarles como se hace comunidad, como se hace Iglesia, como tenemos todos que girar alrededor de una misma misión”, asegura Richard Sierra. “Creo que estamos enseñando algo a estos niños, preparándolos para el futuro”, añade.
Para Sierra, nacido en los Estados Unidos pero con raíces colombianas, “el fútbol es religión”.
“Nací con un palo de hockey”, nos confiesa, pero al retornar a Colombia de muy niño descubrió la pelota, “y con ella al fútbol y ahí me quede”.
“Nunca más me separé de ella pese a las vicisitudes de la vida. No la puedo jugar ahora pero sí puedo transmitir los conocimientos, todo lo que aprendí, todo lo que viví, a estos niños del futuro”, añade.
Respecto al torneo, Sierra reconoce que es muy diferente a otros. “Esta es una Iglesia. Esa es la gran diferencia con muchas ligas allá afuera. Esto es una comunidad, todos nos conocemos, entonces no hay motivo para que yo me enoje contra mi rival. Esto es puro amor, se juega alrededor del amor. No hay competencia sino recreación”.
El campeonato, en el que participan niños y niñas entre los 6 y 15 años, debe concluir en octubre próximo. Sierra indicó que las inscripciones se realizan regularmente en febrero y las pruebas de selección en marzo. “Los padres interesados en que participen sus hijos deben estar atentos en esas fechas y registrar a sus niños y niñas. Las inscripciones estarán abiertas para todos”, finalizó.
— Cesar Hurtado, Reportero Hispano