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Catholic News Herald

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CHARLOTTE — Estamos en plenas vacaciones, una temporada en la que los chicos pasan mucho tiempo en casa y que los padres deben aprovechar acercándose a sus hijos, niños y adolescentes, para conocerse más y disfrutar de tiempo de calidad entre ellos.

Jenny Cox, consejera y terapista de familia y parejas, afirma que para todos los padres es a veces un poco difícil conciliar los lados ‘personal’ y de ‘negocios’ “en lo que respecta ser padres”.

Según explica, el lado de ‘negocios’ “incluye una estructura, la disciplina, el trabajo de escuela, todo aquello que tenemos que tomar en cuenta para el desarrollo para una vida productiva y saludable de nuestros hijos”. Pero también existe el lado ‘personal’, en el que a veces no ponemos mucha atención, porque “estamos trabajando, estamos ocupados en las actividades de los chicos y hay muchas cosas pasando a la misma vez”, originando que padres e hijos puedan estar juntos mucho tiempo pero, “lamentablemente sin estar conectados”.

Siempre, explica la especialista, existe la posibilidad de poder compartir un tiempo juntos”, ya sea por la tarde, por la noche, o cuando el trabajo de los padres lo permita. Lo que no hay que dejar de lado, de ninguna manera, es ese lado ‘personal’, que resulta siendo tan importante como el lado de ‘negocios’, subraya Cox, ya que varios estudios demuestran que la relación que establecen los padres con sus hijos determina la forma en que éstos últimos desarrollarán sus relaciones en sus vidas adultas.

“Si los hijos tienen una relación ‘segura’ con sus padres, si tienen una relación de pertenencia familiar, si se sienten a salvo con ellos, si tienen autoestima, ellos desarrollarán mejores relaciones en sus vidas, con sus amigos, con sus parejas, en sus matrimonios”, añade la terapista.

No atender el lado ‘personal’, advierte, puede originar conflictos de estabilidad en el niño/joven que podrían manifestarse de inmediato o posteriormente.

“Si no está en contacto con su hijo, de haber un problema, su hijo probablemente no se sentirá en confianza para contárselo”, asegura Cox. Los hijos, según afirma, sienten si sus padres “les guardan las espaldas”, los apoyan y, si es así, las posibilidades de que compartan sus problemas cuando se presente un conflicto serán mayores”.

Al sentirse confiados y apoyados por sus padres los hijos pueden desarrollar su curiosidad por el mundo, pueden manifestarse, salir, confrontar opiniones y tener un balance saludable de cercanía e independencia. Caso contrario, se sienten inseguros y muchas veces ansiosos al enfrentar situaciones, considera la especialista.

“No tenemos que pasar todo el tiempo con nuestros hijos, lo entendemos. La vida es muy ocupada. Pero quizás en verano, puede ser un buen momento para incidir en esa conexión personal, para evaluarla, para efectuar correcciones”.

Para Cox, la conexión siempre se puede encontrar inclusive en pequeñas actividades, como ver una película o un show de televisión juntos, al ir a la iglesia en domingo, al orar en familia o hacer servicio comunitario. Lo importante es mostrar la intencionalidad de pasar un momento de calidad juntos.

La especialista advierte que, en los casos en los que no se ha tenido contacto con el niño o joven por un buen tiempo, el intento de iniciar una relación estrecha podría ser ocasión de rechazo.

“Una buena forma de iniciar el contacto podría ser una disculpa sincera”, sugiere Cox. “Quizás el explicar al hijo que el padre ha tomado conciencia de haber descuidado el contacto y su intención por restablecerlo compartiendo tiempo juntos sea una buena idea”.

Como recomendación adicional, resalta la importancia de los padres de mantenerse en calma, sin gritar a los niños, de avanzar en la relación paso a paso, demostrando intencionalidad de acercamiento y sin tomar las respuestas de manera personal.

La clave es establecer prioridades en sus vidas, enfocarse en establecer un equilibrio ‘personal’ y de ‘negocios’ en su relación con sus hijos, demostrar la intención de contacto con ellos y elegir actividades que sean atractivas para sus niños. “Tenemos un deber con ellos”, puntualizó.

Jenny Cox está licenciada en Terapia de Familia y Matrimonio. Dicta seminarios en varias instituciones, entre ellas la Iglesia San Mateo de Charlotte. Si desea contactarla puede llamar al teléfono 980-999-0468 o escribirle a This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it..

— César Hurtado, Reportero Hispano