CHARLOTTE — En una jornada realizada el pasado domingo 26 de agosto los nacionales de tres países latinoamericanos, oprimidos por la represión de sus gobiernos, se reunieron para orar por la liberación de sus pueblos.
El hecho tuvo lugar durante la Misa de las 6:30 en la parroquia San Gabriel, que regularmente realiza su celebración eucarística en español en ese horario.
Cubanos, nicaragüenses y venezolanos se unieron en un fraterno abrazo a través de la oración, mientras recordaban los dolorosos momentos que viven los pobladores de sus países natales.
Durante la Misa, celebrada por el vicario de la parroquia San Gabriel, Rev. Padre Gabriel Carvajal, en compañía del Diácono Alexander Vincent, asignado a la iglesia Santa María, en Lauringburg, perteneciente a la Diócesis de Raleigh, se pudo notar los rostros dolidos de toda una comunidad, que vive como una sola el dolor de sus hermanos.
En la homilía, que compartieron el diácono Alexander, de nacionalidad venezolana, y el P. Carvajal, mexicano, se condenó el abuso de poder que ejercen algunos gobernantes y, en otro tipo de casos, los mismos sacerdotes católicos.
Vincent indicó que el propósito de esa Santa Misa era “orar por todos esos hermanos que han perdido la vida en la lucha de la búsqueda de la libertad, por aquellos que han perdido la vida esperando por un medicamento, por aquellos que han muerto de hambre por la negligencia de los gobiernos”.
A su turno, el P. Carvajal tomando la palabra aclaró que “no porque le haya faltado algo a la homilía de mi hermano, el Diácono Alexander, siento la necesidad de tomar parte en esta reflexión”.
De inmediato abordó el abuso de poder en los casos últimamente reportados como sucedidos en la Iglesia Católica que, precisó, no es la única institución que está siendo sacudida. “Las autoridades, los gobiernos, el mismo presidente de este país, ¡cuántas cosas le están sacando! ¿Qué nos está queriendo decir el Señor con todo esto?”.
Poniendo de ejemplo las grandes infidelidades del pueblo de Israel, como la del Rey David, explicó que, citando al Padre Amatulli, desde el principio de los tiempos, la lucha entre el bien y el mal “es una lucha sin cuartel”.
Cuestionando a la audiencia, leyó un fragmento del evangelio del día, Jn 6, 60-69. “Entonces Jesús les dijo a los Doce: “¿También ustedes quieren dejarme?” Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”.
“¿Quieren ustedes entonces, por las cosas que han pasado, irse a una iglesia protestante?”, preguntó Carvajal, a lo que la feligresía respondió con un rotundo “no”.
Al término de la Misa, María O’Boyle, nicaragüense, dijo estar agradecida por las oraciones de la comunidad para con su país. Manuel Esquivel, quien recodó en la fecha los 47 años de su arribo a los Estados Unidos escapando de Cuba, dijo que en su país el sufrimiento del pueblo cubano, que vive y recuerda todos los días de su vida, es terrible. “Pero no perdemos las esperanzas en Dios para que un día esa libertad llegue”, añadió.
— César Hurtado, Reportero Hispano