CHARLOTTE — Son doce los delegados de la Diócesis de Charlotte que se aprestan a participar el próximo 20 al 23 de septiembre en el V Encuentro Nacional del Ministerio Hispano de la Iglesia Católica de los Estados Unidos en Grapevine, Texas.
Estos discípulos misioneros, testigos del amor de Dios, han recibido el encargo de diferentes parroquias y vicarías del oeste Carolina del Norte de ser portadores de las voces de miles de hispanos católicos, practicantes y no practicantes, sobre sus necesidades espirituales y materiales.
En la diócesis, de las 64 parroquias existentes que sirven a la comunidad hispana, 42 – contando grupos organizados – enviaron reportes finales de las conclusiones y sugerencias alcanzadas durante los encuentros de escucha.
Para Eduardo Bernal, coordinador del Ministerio Hispano de la Vicaría de Charlotte, las conclusiones diocesanas y de toda la región son muy similares.
“En ambas el desarrollo de la Pastoral Juvenil es un tema de mucha importancia”, señaló. Según Bernal, en la diócesis no existe un ministerio organizado para jóvenes y todo se deja en manos de la iniciativa de cada parroquia, “pese a que el 58 por ciento de nuestros católicos menores de 18 años son hispanos, no los atendemos como se debe y nos limitamos, en la mayoría de los casos, a ofrecerles catequesis”.
“Es verdad que casi todos ellos hablan inglés”, añadió, “pero la idea de algunos pastores de que estos niños deben ir al grupo en inglés no es necesariamente correcta”, dijo, “pues existen muchas diferencias culturales y no se sienten cómodos”.
Otras prioridades diocesanas que llevarán al V Encuentro son la necesidad de incrementar la formación y programas de acompañamiento espiritual, promoción vocacional y de ministros bilingües, formación y capacitación de líderes, desarrollo de la Pastoral Familiar, búsqueda de mayor apoyo de los líderes de la diócesis y expansión de la misión de evangelización.
Pero no todo lo que se presentará son puntos a superar. Los encuentros han sido valiosos en la elaboración de sugerencias y determinación de estrategias de probado éxito que se desea compartir con otros grupos.
Al escuchar las voces, señala un documento de resumen tras el encuentro diocesano, se destacan deseos de superación personales y familiares en la fe católica, el talento y laboriosidad de nuestra comunidad, la intención de algunas parroquias por alcanzar a la población latina, la creación de comunidades de base, el trabajo misionero y de programas de asistencia. Sin embargo, también se identifica la falta de atención a la periferia y a los católicos que, por diversas razones, no se congregan los domingos.
Como señaló la hermana Joan Pearson, delegada por la Vicaría de Salisbury, “ahora nos toca prepararnos para ser verdaderos delegados de nuestra diócesis y región”.
A nivel nacional, el proceso del V Encuentro ha involucrado a más de 250 mil discípulos misioneros en organización, recolección y procesamiento de información. En la cita se espera la participación de más de 2.500 delegados laicos, 250 obispos, representantes de la Santa Sede y observadores del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Conferencia del Episcopado de México (CEM) y la Conferencia de Obispos Católicos Canadienses (CCCB).
— César Hurtado, Reportero Hispano