GRAPEVINE, Texas — Agotados, pero felices de haber compartido un encuentro con líderes y representantes de 165 diócesis y arquidiócesis de los Estados Unidos, retornaron a la Ciudad Reina los integrantes de la delegación de la Diócesis de Charlotte que participó en el V Encuentro Nacional del Ministerio Hispano que tuvo lugar del 20 al 23 de septiembre en Grapevine, Texas.
El Encuentro, titulado ‘Discípulos Misioneros: Testigos del amor de Dios’, fue el resultado de un proceso de cuatro años, en el que se recogió la opinión y capacitó a miles de católicos hispanos a lo largo y ancho de la Unión Americana a través de consultas y talleres pastorales parroquiales, diocesanos y regionales.
Entre los muchos expositores en el V Encuentro destacaron el Cardenal O’Malley, Arzobispo de Boston; el Arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), Cardenal Daniel DiNardo; el Arzobispo Gustavo García Siller, presidente del Comité de la USCCB para la diversidad cultural en la Iglesia; y el Monseñor Mario Dorsonville Rodríguez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Washington.
En las plenarias y celebraciones religiosas los oradores y homilistas destacaron el aporte de la comunidad hispana que, en su diversidad, aporta sus dones y capacidades enriqueciendo a la Iglesia sin verse obligada a abandonar su cultura ni idioma.
Según cifras proporcionadas durante el evento, la población hispana en 2016 representaba alrededor del 40% de la Iglesia en los Estados Unidos. Además, el 50% de los católicos entre 14 y 29 años son hispanos y el porcentaje aumenta a 55% en los católicos menores de 14 años. Esta realidad inclinó la balanza de las conversaciones hacia la necesidad de evangelización y mayor participación de los jóvenes.
Otro punto en que se incidió especialmente es el papel de una Iglesia misionera que no debe temer a salir a las “periferias” geográficas y culturales para encontrar a las personas y llevarles a Dios. “Es mi sincera esperanza que así como nos reunimos estos días, podamos llegar a ser la Iglesia que Cristo quiere que seamos”, dijo el Rev. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico de los Estados Unidos.
“De verdad ha sido una experiencia muy alentadora, integradora y de mucha esperanza para el ministerio hispano a nivel nacional y también para seguir trabajando en la Diócesis de Charlotte. Veo que el Espíritu Santo está trabajando a través de tantos líderes, comenzando por los obispos y la gran riqueza que hay en la nación a través del ministerio hispano. Uno piensa que trabajan solos, pero el Señor está poniendo muchos servidores alrededor del país y es un gran Pentecostés de este siglo XXI para el ministerio hispano”, dijo el Rev. P. Juan José Juya, director del ministerio hispano del Vicariato de Gastonia, además de delegado en la cita.
El padre Fidel Melo, director del ministerio hispano de la Diócesis de Charlotte señaló que el actual es un momento para “tomar impulso” y dar “un nuevo empuje a esta visión de una Iglesia que no es narcisista”, es decir que no solo se mira a sí misma sino que “busca la voz y la presencia del Espíritu Santo en el pueblo también”.
Delys Romero, delegada del vicariato de Asheville, dijo que el encuentro “ha sido la base para escuchar las voces de aquellos que dejamos en casa”, y le impactó haber estado conversando al mismo nivel con obispos y cardenales en las mesas de trabajo. “Los obispos van a llevar todo ese consenso al Vaticano, al Papa, para traer una reforma a la Iglesia”.
Los cinco objetivos principales de la reunión: encontrar las necesidades y aspiraciones de los católicos de origen hispano, promover oportunidades de liderazgo para ellos, desarrollar nuevas formas de formarlos y alentarlos en sus vocaciones, invitar a todos los católicos a acompañar a los fieles de origen hispano y desarrollar una Iglesia “de salida” se vieron cumplidos y “ya comenzaron a dar frutos”, como destacó el Rev. Arturo Cepeda, Obispo auxiliar de Detroit, en la plenaria del sábado por la tarde donde un panel discutió especialmente el encuentro misionero con los jóvenes migrantes y los trabajadores campesinos.
El domingo, presidir la Misa final, el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, aseguró a los participantes que así como Jesús envió a sus discípulos, Dios, a través de la Virgen de Guadalupe, confió una misión a San Juan Diego: ir a decirle al obispo que construya una iglesia.
“Piensen en eso, mis queridos hermanos y hermanas: Jesús le confió la misión de su Iglesia en el Nuevo Mundo a un laico”, dijo. “No a un sacerdote o a un obispo. No a un miembro de una orden religiosa”.
“Él está llamando a los fieles laicos a trabajar junto a los obispos para renovar y reconstruir Su Iglesia. No solo en este país, pero en todo el continente americano”.
—César Hurtado, Reportero hispano
Parte de los doce delegados de la Diócesis de Charlotte que asistieron al V Encuentro. De izquierda a derecha: Eduardo Cruz, Eduardo Bernal, Hermana Joan Pearson, Elva Alvarado, Patricio Barrientos, Patricia Luna, Arnulfo Lovo.
Alegría, esperanza contagiosa en Encuentro
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Alegría, esperanza contagiosa en Encuentro
GRAPEVINE, Texas — La alegría, esperanza, energía y el espíritu de colaboración son contagiosos entre los participantes del Quinto Encuentro Nacional, dijo un seminarista mexicoamericano de 22 años.El seminarista dijo que se siente enriquecido por el intercambio de ideas sobre las necesidades pastorales que incluyen vocaciones y los jóvenes adultos. También cree que sus contribuciones serán valiosas para fortalecer el ministerio hispano católico en los Estados Unidos.
“En la escuela teorizamos mucho y luego vienes aquí, y vuelves a la realidad para ver cuáles son las necesidades de la iglesia”, dijo el seminarista, quien no quiso que se usara su nombre, a Catholic News Service. “Una cosa que me sorprendió es la cantidad de jóvenes, jóvenes líderes, jóvenes que trabajan para diferentes diócesis, es algo que no esperaba que fuera una realidad”, agregó.
Los participantes del Encuentro, aproximadamente 3,200 líderes de ministerios hispanos, obispos y miembros de organizaciones y movimientos eclesiales, continuaron un día completo de consulta y discernimiento el 22 de septiembre en 28 áreas ministeriales y 10 prioridades que incluyen evangelización y catequesis, familia, inmigración, justicia y paz, y jóvenes y adultos jóvenes hispanos.
Durante una sesión plenaria de la tarde, los representantes regionales destacaron las contribuciones de los jóvenes conocidos como “dreamers”, “soñadores”, beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia. Muchos formaron parte del proceso de Encuentro pero no pudieron estar presentes en la reunión en Texas por temor a ser detenidos y deportados debido a las fuertes leyes de inmigración del estado. Fue un momento conmovedor en el que el público aplaudió en solidaridad con ellos.
“Tengo muchas esperanzas con los resultados de este Encuentro, de que regresaremos a casa y realmente traeremos conciencia al mundo entero, que vamos a hacer una diferencia en las vidas de aquellos que nos necesitan”, dijo la hermana Norma Pimentel, delegada del Encuentro, a CNS. Como hermana de las Misioneras de Jesús, la hermana Pimentel es directora ejecutiva de Catholic Charities of Rio Grande Valley en Texas.
Otros temas incluyeron apoyar a las mujeres hispanas en liderazgo; la necesidad de continuar el papel de una iglesia misionera que llega a los demás; más acceso a puestos de liderazgo a todo nivel; y guiar, ser mentores para jóvenes adultos como líderes del ministerio.
A diferencia de Encuentros anteriores donde se desarrolló un plan pastoral nacional después de la reunión nacional, los resultados del Quinto Encuentro, o V Encuentro, se reunirán en un documento final que se compartirá con todas las diócesis, para que las parroquias y diócesis puedan utilizarlo para reforzar y fortalecer sus grupos de ministerio hispano.
La razón es que la comunidad hispana católica en la iglesia se ha vuelto grande y diversa en sus necesidades y realidades, y lo que tiene sentido en San Antonio tal vez no tiene sentido en otras diócesis como Green Bay, Wisconsin o Tulsa, Oklahoma, explicó el arzobispo Gustavo García-Siller de San Antonio en una entrevista con CNS. El arzobispo preside el Comité de Diversidad Cultural en la Iglesia de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.
“Cada diócesis ha estado en un proceso diferente incluso en el (quinto) Encuentro”, dijo el arzobispo García-Siller.
También señaló que la participación de los obispos de la mayoría de las diócesis y arquidiócesis muestra su apoyo a la comunidad hispana y el compromiso de seguir adelante.
“Lo principal es que los obispos, y lo ven con la presencia de los obispos (en esta reunión), estamos asumiendo este caminar junto con el pueblo de Dios en la Iglesia Católica en la que muchos, muchos, muchos son católicos por el bien de toda la iglesia “, dijo el arzobispo García-Siller.
— Norma Montenegro Flynn, Catholic News ServiceLos delegados celebran la sesión de clausura el 23 de septiembre durante el Quinto Encuentro Nacional en Grapevine, Texas. La reunión del 20 al 23 de septiembre reunió a más de 3,200 líderes hispanos católicos y alrededor de 125 obispos de todo el país. (CNS | Tyler Orsburn)
GRAPEVINE, Texas — La alegría, esperanza, energía y el espíritu de colaboración son contagiosos entre los participantes del Quinto Encuentro Nacional, dijo un seminarista mexicoamericano de 22 años.