CHARLOTTE — El consumo de alcohol y drogas crece entre los estudiantes del condado Mecklenburg, según cifras proporcionadas en un foro comunitario organizado por Alianza, una coalición para la prevención del consumo de drogas, que presentó los resultados de una encuesta realizada en las escuelas públicas del condado Mecklenburg, CMS, sobre el consumo de alcohol y drogas entre los jóvenes estudiantes de nivel medio y secundario.
El evento, al que asistieron líderes comunitarios, religiosos y miembros de la Policía, se realizó en el Centro Comunitario Camino, en la zona norte de la ciudad, el pasado 20 de octubre.
Las cifras, resultado de un estudio realizado durante 2018 entre 10.657 estudiantes de 72 escuelas de CMS, entre los grados 6 y 12, son realmente alarmantes y muestran un creciente consumo de alcohol, tabaco y marihuana en nuestra población estudiantil.
Jessica Montana, jefe del departamento latino del Centro de Servicios de Prevención y directora de Alianza, dijo que los números más preocupantes se refieren al incremento del uso de marihuana. “Encontramos que uno de cada cinco jóvenes habían utilizado marihuana en los últimos treinta días y, si miramos los porcentajes, es el 19.9 por ciento comparado con el 18 por ciento del consumo de alcohol”, que tradicionalmente era el consumo número uno, “lo que el mayor número de jóvenes usaban”.
La especialista señaló que, en parte, el incremento del consumo se debe a la influencia de la legalización de esta droga en algunos estados, lo que da la percepción que es medicinal, posee aplicaciones terapéuticas y por tanto no es dañina. “Pero sabemos que cuando los jóvenes comienzan con el uso de la marihuana a temprana edad se producen daños en el cerebro que afectan el rendimiento académico y muchos otros comportamientos sociales”.
El estudio también determinó que, dependiendo de la sustancia, la influencia para el uso varía. Por ejemplo, para el uso de los cigarrillos electrónicos se conoció que es importante la influencia de los compañeros de escuela. “En cuestión del alcohol fueron los padres. El uso en la casa, darles el alcohol a los jóvenes. Y con los medicamentos prescritos, las normas sociales, la desaprobación de los padres y los compañeros”. Luego resaltó que en el caso de la marihuana es la facilidad el acceso a esta droga. “Son diez veces más propensos a usar marihuana si decían que era muy fácil conseguirla. Eso es algo que realmente nos preocupa”, dijo Montana.
Ricardo Torres, presidente de Alianza, dijo que los resultados de la encuesta servirán a los padres, a los líderes, profesionales, organizaciones e iglesias para “que hagamos algo” en relación al uso y acceso al alcohol, drogas, medicamentos con receta y tabaco.
“Ahora, con los resultados, vamos a trabajar en nuestro comité para encontrar formas de cómo batallar contra el uso de drogas entre nuestros jóvenes”. Luego Torres se preguntó, “si no hacemos nada con esta información, entonces ¿cuál fue el propósito del estudio?”.
“Ahora”, añadió, “tenemos que trabajar juntos por esos cambios que debemos hacer”.
Uno de los expositores, el Pastor Cándido Albino, comentó que parte de la solución al problema de la dependencia de sustancias es la supervisión y cariño de los padres. Debido a la influencia de la tecnología, señaló, “ya se perdió esa costumbre de conversar con los hijos” y “con decirle a tu hijo cada vez que sale a la escuela ‘Hijo, Dios te bendiga’, eso va sembrando algo en su corazón, en sus emociones”.
— César Hurtado, Reportero Hispano