GREENSBORO — Para el Diácono Enedino Aquino, coordinador del Ministerio Hispano del Vicariato de Greensboro, el mensaje de unidad familiar que nos envía ‘Mamá María’, fue entregado un año más por la Antorcha Guadalupana, “gracias al fervor grande de cientos de corredores que con sacrificio acortaron las distancias” entre padres e hijos que viven en México y los Estados Unidos y que, por alguna razón, separados por una frontera, no pueden visitarse como desearían.
La Antorcha fue recibida el sábado 10 de noviembre en la línea fronteriza entre Carolina del Sur y Carolina del Norte por una delegación enviada por la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, primera estación del recorrido en nuestro estado, que después de rendir homenaje a la Virgen Morena entregó la posta en la parroquia San James de Concord.
“Estamos impresionados con todo lo que sucedió”, dijo Gustavo Villanueva, organizador de Monroe. “La Antorcha encendió la llama. Gracias a nuestro párroco la comunidad se involucró mucho y eso nos dejó muy activos, con la luz encendida y preparados para su fiesta, que celebraremos el 12 de diciembre”, añadió.
Después de ser trasladada a la parroquia San José en Newton y recibida con alegría por su feligresía que no se amilanó con la lluvia, el martes 13 la Antorcha estuvo presente en la parroquia San Francisco de Asís en Mocksville.
El miércoles 14, cerca de 80 corredores entregaron la Antorcha en la parroquia Santa María en Greensboro.
El jueves 15 se trasladaron las imágenes de San Juan Diego y la ‘Morenita’ hasta la parroquia Inmaculado Corazón de María en High Point, donde fue recibida por más de 400 fieles. El Diácono Enedino Aquino, en su prédica, señaló que el mensaje de ‘Mamá María’, “entregado con amor a todos nosotros” es sencillo: “hagan lo que Él les diga”.
La noche del jueves la Antorcha se trasladó a la parroquia Nuestra Señora de los Caminos, en Thomasville, donde se le ofrecieron danzas y se celebró una Misa a las 11:15 de la noche.
Finalmente, el viernes 16, a las 6 de la mañana, 114 corredores partieron para entregar la posta en Durham a las 5:30 de la tarde, después de once horas de carrera.
Leandro Bernabé, uno de los veteranos organizadores locales, dijo que en este año se pudo sentir con más fuerza la unión de los líderes y que “el amor de Santa María de Guadalupe, sumado a la fe inmensa en estos tiempos difíciles, nos fortalece en el crecimiento como personas y familia”.
Bernabé informó que una parroquia de Hendersonville ha presentado una petición para acoger el próximo año a la Antorcha Guadalupana.
— César Hurtado, Reportero Hispano
La Asociación Tepeyac de Nueva York, organizadora de la Carrera Antorcha Guadalupana, tuvo este año 2018 una deferencia especial para con la Diócesis de Charlotte pues la Antorcha permaneció por siete días en su territorio, visitando igual número de parroquias de la diócesis y recibiendo el saludo y homenaje de una comunidad inmigrante unida por la fe en la ‘Morenita del Tepeyac’ y San Juan Diego.
El mal tiempo reinante durante los primeros días de la llegada de la Antorcha no impactó en el ánimo de los corredores ni fieles que esperaron su llegada.
(Fotos Cortesía Leandro bernabé y gustavo villanueva)