CHARLOTTE — Con devoción y a templo lleno, cientos de fieles participaron en el homenaje a la Virgen de Chiquinquirá realizada el pasado domingo 14 de julio en la Iglesia San Gabriel de Charlotte.
Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá es una advocación venerada especialmente en Colombia, el Estado Zulia en Venezuela y la ciudad de Caraz en Perú.
En la celebración, efectuada durante la Misa en español, el oficiante invitado, Padre Fabio Marín, de nacionalidad colombiana y sacerdote de la parroquia Santiago el Grande en Concord, pidió que la Virgen, “como buena madre nos acompañe a caminar en presencia de nuestro Dios”.
El Padre Gabriel Carvajal, vicario parroquial de San Gabriel, concelebró el servicio eucarístico.
Durante su homilía, el P. Fabio dijo que “nuestra madre María siempre tiene algo que decirnos porque siempre está actuando a nuestro favor” y en esta fecha, a través de las lecturas, nos dice que, como ella lo hizo, es importante “escuchar y obedecer”, a la vez que “amar a Dios en la figura del prójimo”.
Refiriéndose a la parábola del buen samaritano, subrayó que nuestra madre María hace lo mismo que el samaritano: nos cuida y “da las monedas al posadero para que nosotros sigamos en buen estado”, es decir, “sigue siempre intercediendo por nosotros”.
Por esta razón, señaló que “el verdadero devoto de la Virgen María nunca sufre necesidad” y pidió que “no nos cansemos de amar a esta madre”, recomendando invocarla siempre, ya que ella “está para ayudarnos”.
TRADICIÓN CENTENARIA
A la devoción mariana se la denomina así por el municipio de Chiquinquirá, ubicado en el departamento de Boyacá, aproximadamente a 70 millas al norte de Bogotá, ciudad capital de Colombia. Allí, donde tuvo lugar la primera de sus manifestaciones milagrosas, se aloja el que se cree sea el lienzo original con la venerada imagen.
El pasado 9 de julio se celebró en todo el territorio colombiano la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, proclamada Patrona de Colombia por el Papa Pío VII, en 1829, quien le otorgó su propia fiesta litúrgica. Este año se cumplió el centenario de su coronación canónica luego que el Papa Pío X firmara el decreto.
En el Santuario de la Patrona de Colombia, declarado Basílica en 1927 por el Papa Pío XI, se encuentra el lienzo con la imagen de Nuestra Señora custodiado por la orden dominica.
La tradición relata que hace cuatro siglos un encomendero español solicitó al español Alonso de Narváez que pintara una imagen de la Virgen del Rosario, para colocarla en una pequeña capilla en Chiquinquirá, donde permaneció hasta 1574.
Al ser abandonada la capilla, la imagen se deterioró y fue utilizada, según se dice, hasta para secar granos.
En 1586, María Ramos, una mujer del lugar, decidió reparar el viejo oratorio y el lienzo maltratado. El 26 de diciembre de 1586, una mujer indígena le mostró a María que la imagen se había restaurado con sus colores y brillos originales y los agujeros y rasguños de la tela habían desaparecido, empezando desde entonces la devoción.
San Juan XXIII, con la intención de pedir por la buena realización del Concilio Vaticano II, en 1960 ofrendó un ‘cirio de purificación’ para ser encendido frente a la imagen mariana.
En 1986, San Juan Pablo II consagró Colombia a la Virgen María, pidiendo que conceda “el don inestimable de la paz, la superación de todos los odios y rencores, la reconciliación de todos los hermanos”.
FIESTA CULTURAL
Al término de la Eucaristía, los presentes pudieron degustar algunas delicias de la culinaria colombiana y disfrutar de bailes folklóricos del país cafetero.
Pilar Castañeda, una de las organizadoras, dijo que cada año es muy “bonito tener con nosotros a esta comunidad adorando a nuestra Virgen”. Bogotana de nacimiento, lleva desde muy niña el cariño a la Virgen de Chiquinquirá que le inculcó su madre, una mujer muy devota de la advocación. “Recordar esas fechas me trae nostalgia pero a la vez alegría. Dar a conocer a la comunidad nuestra cultura y el significado de nuestra Virgen es un verdadero regalo para nosotros”.
Kenia Chong, feligresa de nacionalidad ecuatoriana, dijo “estar feliz de poder celebrar la fiesta con nuestros hermanos colombianos”.
Los organizadores agradecieron la colaboración de toda su comunidad, en especial de Manolo’s Bakery, Café Ocio y el Ministerio Hispano de la parroquia San Miguel de Gastonia, que presentó a su grupo de danza.
— César Hurtado, Reportero hispano