CHARLOTTE — El Padre Patrick Winslow, nuevo vicario general y canciller de la Diócesis de Charlotte, condujo el 12 de agosto una sesión informativa para la prensa del área de Charlotte, para hablar sobre la respuesta continua de la diócesis a los problemas de abuso sexual del pasado y cómo están funcionando las protecciones establecidas hace 17 años.
Esta sesión informativa fue la primera de una serie que el Padre Winslow planea realizar este año con los medios de comunicación en otros lugares de la diócesis.
“La Diócesis de Charlotte tiene tolerancia cero para el abuso sexual infantil y estamos comprometidos con transparencia y responsabilidad en el manejo de este crimen”, dijo el padre Winslow en un comunicado. “El objetivo de estas sesiones es proporcionar antecedentes y contexto importante para ayudar a los medios de comunicación, y a la comunidad, a comprender que las rígidas protecciones para los niños y los protocolos de reporte que implementamos hace casi dos décadas están funcionando”.
Además del Catholic News Herald, representantes de las tres estaciones de televisión más importantes de Charlotte, The Charlotte Observer y la radio pública WFAE asistieron a la presentación y la sesión de preguntas y respuestas.
Durante la sesión, el Padre Winslow explicó la importancia de la Carta para la Protección de Niños y Jóvenes en la forma en que la Iglesia en los Estados Unidos ha respondido a la crisis de abuso sexual infantil desde 2002.
La Carta es un conjunto integral de protocolos establecidos por los obispos de Estados Unidos en 2002 para abordar las denuncias de abuso sexual de menores por parte del clero católico, ya sea pasado o presente. La Carta también incluye pautas para la reconciliación, sanación, responsabilidad y prevención.
La Diócesis de Charlotte adoptó la Carta, y ha sido hallada en cumplimiento de ella por auditores independientes cada año desde que se estableció la misma.
El padre Winslow dijo que la sesión informativa del lunes sobre cómo la Iglesia ha estado respondiendo y responde a las acusaciones de abuso es importante por dos razones.
“Primero, porque queremos continuar expresando nuestra tristeza, dolor y disculpas a aquellos que han sido afectados por el abuso sexual por parte del clero. Las personas que han sido afectadas, de manera tan adversa, y heridas necesitan escuchar eso una y otra vez. Y, en segundo lugar, es importante que las personas se den cuenta de que la Iglesia ha tenido políticas estrictas, amplias, radicales y agresivas desde la Carta de 2002. Y desde entonces, durante casi dos décadas, hemos seguido una política de tolerancia cero, que trata con problemas, en la medida que surgen, efectiva e inmediatamente de una manera transparente y responsable”, explicó.
El Padre Winslow también detalló cómo la diócesis investiga las denuncias de abuso o mala conducta, y qué sucede cuando la Junta de Revisión Laica Independiente de la diócesis encuentra que una denuncia es creíble.
“Con mucha frecuencia, las personas miran a la Iglesia desde afuera y se preguntan qué está sucediendo adentro”, dijo. “Queremos que la gente vea lo que hacemos. Queremos que vean las medidas que tenemos implementadas. Queremos que las personas sepan cuán rigurosamente tratamos estos problemas”.
“Es importante que conozcan los procedimientos, que vean cuán minuciosos son y cómo informamos todos los asuntos, tanto externamente a las autoridades civiles como a nuestro propio proceso de revisión interna, específicamente a la Junta de Revisión que asesora al obispo”, dijo.
El padre Winslow señaló que está en una posición única para explicar cómo ha trabajado la diócesis para responder a las acusaciones de abuso y evitar que éste vuelva a ocurrir, ya que trabajó seis años con la Junta de Revisión Laica sirviendo como Promotor de Justicia de la diócesis.
Como Promotor de Justicia, su responsabilidad era velar por el bien público y servir como fiscal en los procedimientos judiciales de la Iglesia. La Junta de Revisión Laica voluntaria investiga las denuncias de abuso sexual y conducta sexual inapropiada por parte del clero y otro personal de la Iglesia y asesora al obispo sobre cómo responder, de acuerdo con los protocolos de la Iglesia, si la junta considera que las denuncias son creíbles.
La sesión informativa del lunes también fue una oportunidad para que los medios de comunicación seculares se reunieran con el padre Winslow, quien fue nombrado en abril por el Obispo Jugis para desempeñar el segundo puesto de liderazgo más alto de la diócesis.
Como vicario general, el padre Winslow informa directamente al Obispo Jugis sobre asuntos relacionados con el clero y las vocaciones, actuando en lugar del obispo en su ausencia. Como canciller, también supervisa las operaciones administrativas y comerciales diarias de la diócesis.
“Mi principal prioridad es aprender mi trabajo”, dijo. “Es una curva de aprendizaje empinada, pero estoy rodeado de personas realmente increíbles y capaces. Ha sido algo por lo que estoy verdaderamente agradecido desde que llegué. Todos me han ayudado y no puedo expresar mi gratitud lo suficiente. Me gustaría que todos en la diócesis, el Centro Pastoral, trabajen juntos armoniosamente para lograr nuestros objetivos. Ese es un objetivo en sí mismo”.
El padre Winslow agregó que también quiere “dirigir nuestra atención a este tema (del abuso infantil) que hemos estado discutiendo porque creo que es importante hablar con la comunidad en general sobre este tema”.
Por último, dijo, quiere centrarse en las vocaciones.
“Debido a que somos una diócesis de rápido crecimiento, tenemos muchos feligreses nuevos. Seguimos creciendo cada año. Esto significa que necesitamos más clérigos para cubrir las necesidades pastorales de los fieles”, dijo.
La diócesis no solo debe mantenerse al día con su creciente población, sino que el liderazgo diocesano también debe planear reemplazar al clero diocesano a medida que se jubila y al clero del orden religioso a medida que se mudan de las parroquias de la diócesis, dijo.
Dotar de personal a las parroquias cuando las órdenes se retiran y las parroquias vuelven al clero diocesano es un “viento en contra que se ha vuelto difícil de manejar”, dijo.
“Y, por supuesto, nunca comprometeremos la calidad por la cantidad”, agregó. “Nos complace decir que tenemos un gran número de hombres de alta calidad que estudian para el sacerdocio”.
La diócesis tiene 40 hombres en varias etapas de formación para el sacerdocio, incluidos 26 inscritos este otoño en el Seminario Universitario San José en Mount Holly.
— Patricia L. Guilfoyle and SueAnn Howell, Catholic News Herald