WASHINGTON, D.C. — Miles de peregrinos católicos de todo el país se congregaron en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington DC el jueves 23 de enero, en el marco de inicio de la Vigilia Nacional de Oración por la Vida 2020.
La jornada, una de las actividades de la Marcha por la Vida que se realiza todos los años en la capital del país, comenzó con una Misa solemne a las 5:30 de la tarde, aunque desde las diez de la mañana la
Basílica ofreció confesiones en la capilla Nuestra Señora de Hostyn, advocación mariana originaria de la República Checa.
Desde casi el mediodía, decenas de buses con delegaciones de todas las edades fueron llegando a la Basílica, ubicada en las inmediaciones de la Universidad Católica de América. Alrededor de las tres de la tarde, la Basílica, así como la Cripta -en el sótano del mismo edificio- se estima que acogían a diez mil peregrinos.
El oficiante y homilista de la celebración eucarística fue el Reverendísimo Joseph F. Naumann, Arzobispo de Kansas City en Kansas y presidente del comité de actividades Pro Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. También estuvo presente como concelebrante el Reverendísimo Christophe Pierre, Nuncio Apostólico de los Estados Unidos. Un total de 67 diáconos, 303 sacerdotes, 39 obispos y tres cardenales participaron en la Misa.
Después del ingreso procesional de los ordenados, el Arzobispo de Washington, su excelencia Wilton Gregory, dio la bienvenida a los obispos de la nación, que “juntos hacemos una entusiasta declaración al mundo: nuestro deseo de trabajar por la dignidad de toda la vida humana”.
“Agradezco a mis hermanos obispos, sacerdotes, diáconos y religiosos; así como también a todos los fieles laicos por su apoyo, junto con la gente joven, para proteger y reverenciar cada vida humana en cada momento de su existencia”, añadió.
Durante su homilía, después de agradecer especialmente la presencia de ordenados y fieles, el Obispo Naumann se refirió a una de las series televisivas favoritas de su juventud: ‘The Twilight Zone’, que en español se difundió bajo el nombre de ‘La dimensión desconocida’.
En uno de los capítulos que dijo especialmente recordar, “en una deformación de la realidad, lo bello era lo horrible y lo horrible había pasado a ser lo bello”. Lo mismo, señaló, sucede con el aborto.
La decisión de la Corte Suprema de hace 47 años, dijo, “abrió la puerta a una dimensión desconocida moral, donde el mal se revela como lo bueno”.
Tristemente, señaló, “durante los últimos años los defensores del aborto se han vuelto más radicales e intolerantes”. “La muerte de un niño es exaltada como heroica y valiente” y es vista “como la piedra angular de los derechos de la mujer”.
Luego, dirigiéndose a los jóvenes, dijo que Jesús nunca prometió que ser su discípulo sería un camino fácil. “Les dijo a sus primeros discípulos que, para seguirlo, debían de tomar su cruz. Así mismo nosotros debemos seguir a Jesús en todo su camino al calvario”.
“Toma mucho permanecer fiel al camino de la santidad de la vida”, explicó. “En esta cultura de la moral de la ‘dimensión desconocida’, al permanecer fiel a la santidad de la vida de los niños no nacidos podrías enfrentar el ridículo y exclusión social, podrías ser castigado en tu centro de trabajo o estudios” y más adelante probablemente “ser penalizado y hasta sufrir encarcelamiento al rechazar cooperar con el mal intrínseco que es el aborto”.
Pese a todo, subrayó, los tiempos actuales están cambiando a favor de la vida y los índices de aborto se vienen reduciendo sensiblemente en las últimas décadas.
En el próximo mes de marzo, destacó, se celebrará el 25 aniversario de la encíclica de San Juan Pablo II, el Evangelio de la Vida, que ya nos advertía del sensible peligro moral de la confusión entre el bien y el mal en el derecho fundamental de la vida.
El Obispo Naumann dijo que desde 1973 cerca de 61 millones de niños fueron asesinados por la práctica del aborto y “padres y madres fueron marcados por la muerte de sus niños”.
Además, anotó, en noviembre pasado, los obispos de Estados Unidos se pronunciaron por promover la responsabilidad de los votantes en otros temas importante como la reforma migratoria, bienvenida a refugiados, la asistencia a los pobres, el acceso al cuidado de la salud, la promoción de la libertad religiosa, la oposición al racismo y el odio, así como también el cuidado de la creación.
Finalmente, destacando el trabajo de la iglesia católica norteamericana en su defensa por la dignidad de la vida, el Obispo Naumann expresó que el Papa Francisco, anticipando una gran concurrencia juvenil a la Marcha por la Vida de este año, le pidió que transmita a los peregrinos que “el Papa está con ustedes, está orando por ustedes, los está apoyando, los invita a perseverar” y agradece especialmente a quienes trabajan en los centros de recursos de apoyo para mujeres con problemas de embarazo por ser parte de lo que llama ‘islas de misericordia’.
“Mis amigos, el sucesor de Pedro nos respalda”, sentenció.
— César Hurtado, Reportero hispano