“Celebramos con alegría”
CHARLOTTE — “Celebramos con gozo la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. Esta es la fiesta de nuestra salvación".
Con estas palabras, el Obispo Peter Jugis dio la bienvenida a los fieles congregados el 3 de abril en la Catedral San Patricio por la Vigilia Pascual.
La Misa de vigilia comenzó al atardecer con la tradicional bendición del fuego de Pascua y el encendido del Cirio Pascual, seguida de una procesión a la luz de las velas a la catedral San Patricio a oscuras, donde el Pregón Pascual fue proclamado.
A diferencia de la Pascua pasada, cuando la catedral permaneció oscura y casi vacía debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19, la celebración de la Pascua de este año fue alegre, aunque con la participación limitada de fieles para permitir un distanciamiento social seguro. La Misa también se transmitió en vivo por el canal YouTube de la diócesis para permitir que las personas participen virtualmente.
El Obispo Jugis sonrió al mirar a las personas sentadas en las bancas, y señaló: “Jesús dijo: 'Los veré de nuevo, sus corazones se regocijarán y nadie les quitará su gozo'. Compartimos el gozo de aquellos primeros apóstoles y el gozo de todos los cristianos a lo largo de los siglos”.
En su homilía, el obispo reiteró sus mensajes de toda la Semana Santa: el sufrimiento y la muerte de Jesús fue la expresión de su amor por la humanidad y nuestra salvación.
“Por Su sufrimiento, Su muerte y Su resurrección, Jesús ha logrado nuestra salvación”, dijo. Y, "habiendo logrado nuestra salvación, comparte su nueva vida con nosotros".
"No estamos celebrando la reanimación de un cadáver", dijo. “Celebramos al Señor glorificado, resucitado de entre los muertos. Él comparte esa vida glorificada con nosotros, para que también nosotros podamos cobrar vida en Él, para que podamos cobrar vida y vivir una nueva vida, una nueva vida de gracia, una vida de santidad, una vida de caridad".
“El Cristo resucitado vive en nosotros y nosotros vivimos en él, su nueva creación”.
La nueva vida en Cristo comienza con el bautismo, por eso los fieles renuevan sus promesas bautismales cada Pascua, explicó el obispo. “Al hacerlo, renovamos nuestro compromiso con Jesucristo y nuestro compromiso con la vida cristiana”.
El obispo administró los sacramentos de iniciación a dos personas que se unieron a la Iglesia en la Vigilia Pascual: Henry Braden Fisk y Carter McCrain. Ellos son parte de las casi 100 personas de toda la Diócesis de Charlotte que ingresan a la Iglesia Católica en esta Pascua.
“Jesús es para todos nosotros”, concluyó el obispo, “el Camino, la Verdad y la Vida”.
— Patricia L. Guilfoyle, editora