CHARLOTTE — El Obispo Peter Jugis confirió el ministerio de acólito a tres seminaristas, Christopher Brock, Chinonso Nnebe-Agumadu y Peter Rusciolelli, durante una Misa celebrada el 17 de julio en la Catedral San Patricio.
En su homilía, el Obispo Jugis les dijo que, “como hombres discerniendo la vocación al sacerdocio, su institución al ministerio de acólito es esencial para vuestro discernimiento vocacional. Sirviendo en el sacrificio Eucarístico como un ministro oficialmente instituído de la Iglesia, ustedes están participando en el propio sacrificio del Señor”.
Explicó que están siendo formados y preparados para el día de su ordenación sacerdotal, “cuando, de rodillas y sosteniendo la patena conteniendo el pan, y el cáliz conteniendo el vino mezclado con agua para la celebración de la Misa, se les diga: ‘Entiendan lo que hacen, imiten lo que celebran y conformen sus vidas al misterio de la cruz del Señor’”.
El Obispo Jugis señaló que ahora tienen un rol especial en el ministerio de la Iglesia. “Es su responsabilidad ayudar a los sacerdotes y diáconos a llevar a cabo su ministerio y, como ministros extraordinarios, dar la Sagrada Comunión a los fieles en la liturgia y a los enfermos”, dijo.
“Debido a que están especialmente llamados a este ministerio, deben esforzarse por vivir más plenamente por el sacrificio del Señor y ser moldeados más perfectamente a Su semejanza. Deben tratar de comprender el profundo significado espiritual de lo que hacen para poder ofrecerse a Dios como sacrificio espiritual aceptable a Él a través de Jesucristo”, dijo el obispo.
“Al llevar a cabo su ministerio, tengan en cuenta que al compartir el único Pan con sus hermanos y hermanas, forman un solo Cuerpo con ellos y muestran un amor sincero por el Cuerpo Místico de Cristo, el pueblo santo de Dios, y especialmente por los débiles y los enfermos”, subrayó.
El Obispo Jugis concluyó su homilía diciendo a los hombres que “sean obedientes al mandamiento que el Señor dio a Sus Apóstoles en la Última Cena: ‘Amaos los unos a otros como yo os he amado’”.
A Brock, Nnebe-Agumadu y Rusciolelli les quedan dos años más de estudios teológicos y formación espiritual en El Ateneo, Seminario Mount St. Mary en Cincinnati, Ohio, antes de ser considerados a la ordenación sacerdotal.
— SueAnn Howell, Reportera Senior