CHARLOTTE — A poco menos de un mes de realizar su Gran Kermés Familiar, la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe invitó a todos sus feligreses y amigos a colaborar con su tradicional festejo que tendrá lugar el domingo 26 de septiembre, de ocho de la mañana a cinco de la tarde, en sus terrenos ubicados en 6212 Tuckaseegee Road en Charlotte.
“Va a ser todo un día de sana diversión. Nuestros hermanos de la parroquia ya saben que tendremos comida tradicional de diversos lugares de latinoamérica, refrescos, juegos, entretenimiento para niños y adultos, música, payasos, y mucho más”, dijo Esteban Sánchez, organizador de eventos de la parroquia.
Para fomentar la cooperación y el aporte generoso de la comunidad, la parroquia ha colocado un letrero en la entrada al templo en donde se invita a los fieles a donar artículos e ingredientes necesarios para la preparación y venta de platillos que se servirán en esa fecha.
La lista es grande y abarca desde carne de res sin cocinar o preparada, maseca, arroz, frijoles, sal, vinagre, aceite, queso, cebolla, chiles, mayonesa, sodas, agua y servilletas, hasta bolsas para basura, tenedores, cucharas, platos y vasos descartables.
Si bien algunos artículos pueden ser de mayor costo, hay otros que son bastante asequibles. Así, cada una de las familias que asisten regularmente a la parroquia puede aportar en la medida de sus posibilidades y contribuir al éxito que se espera en esta gran celebración.
Los fondos que se recaudan en este festejo regularmente ayudan a los administradores de la parroquia a completar los fondos solicitados por la diócesis como aporte anual a la Colecta de Apoyo Diocesano (DSA) de este año.
Como se recuerda, la última gran kermés familiar fue realizada en el año 2019. Durante el año pasado debió ser suspendida debido a las restricciones de reunión y mantenimiento de distanciamiento social decretadas por las autoridades de gobierno y sanitarias locales, estatales y federales.
A causa de una reducción en la asistencia a Misa, debido al temor de contagio por parte de los feligreses, así como por el aforo limitado que se debió cumplir a inicios de este año, los ingresos provenientes de la colecta dominical y donativos de los fieles han visto afectada la economía de la parroquia.
De otra parte, la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe ha seguido manteniendo sin descanso la mayoría de sus programas de asistencia social, como la Casa Marillac que provee despensas familiares a las familias que atraviesan momentos de necesidad, así como servicios médicos, nutricionales, salud mental, donación de muebles y otros en beneficio de toda la comunidad.
También se recuerda que, pese a cumplir estrictamente los protocolos de bioseguridad para prevenir la transmisión de COVID-19, fieles y trabajadores de la parroquia fueron sensiblemente afectados por la enfermedad que inclusive causó el fallecimiento de alguno de sus fieles.
“Creemos que, manteniendo todavía la prevención necesaria, ya podemos comenzar a festejar como hermanos que estamos todos juntos, en comunión”, dijo Sánchez.
— César Hurtado, Reportero
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