Del 15 de septiembre al 15 de noviembre
CHARLOTTE — Las celebraciones por el Mes de la Herencia Hispana dieron inicio en todo el país el 15 de septiembre, y se prolongarán hasta el 15 de octubre con el propósito de honrar, a través de programas especiales, festivales, actos solemnes y exhibiciones, la herencia cultural y contribuciones de los estadounidenses de origen hispano.
En septiembre de 1968, el Congreso de Estados Unidos autorizó al presidente Lyndon B. Johnson a que proclamara la Semana Nacional de la Herencia Hispana para celebrar la cultura y las contribuciones de aquellos que tienen sus raíces en España, México y los países hispanohablantes de América Central, América del Sur y el Caribe.
La semana se designó para que coincidiera con las celebraciones de la independencia de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua el 15 de septiembre, y de México el 16 de septiembre.
En 1974, el presidente Gerald R. Ford emitió una proclama que instaba a las escuelas y a las organizaciones de derechos humanos a participar de lleno en esa semana. En 1988 el Presidente Ronald Reagan reiteró la llamada de Ford a un reconocimiento más amplio de los estadounidenses de origen hispano y para ello aprobó la Ley 100-402 que amplió la celebración al Mes de la Herencia Hispana.
En 2021, todavía en pandemia de COVID-19 y con restricciones sanitarias, el presidente Biden, en un discurso proclamado el 14 de septiembre de ese año, señaló que el Mes Nacional de la Herencia Hispana “es un importante recordatorio de la fuerza que extraemos como nación de nuestras raíces inmigrantes y de nuestros valores como nación de inmigrantes”. “Mi Administración está enfocada en hacer que la equidad sea una prioridad y en asegurar que los hispanos ocupen el primer plano de nuestros esfuerzos para mejorar la vida de las familias trabajadoras en todo el país”, dijo.
Ese mismo año, en un comunicado publicado por Alejandro Aguilera-Titus, Director de Asuntos Hispanos de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos (USCCB) y coordinador nacional del V Encuentro, destacó que, la diversidad racial del pueblo hispano/latino se manifiesta como una característica única y común, como lo ilustra el poeta Juan Álvarez Cuauhtémoc: “Somos un pueblo Hispano... descendiente de tres razas diferentes... Hijos de Indio, Negro y español, unidos todos en un gran Amor; un pueblo diverso que juntó el Señor. Es así que fuimos lo que ahora somos”.
Latinos católicos
Los latinos somos muy importantes para la Iglesia Católica en Estados Unidos.
Según el Censo de 2020, más de 62 millones de personas se identificaron como hispanos/latinos viviendo en Estados Unidos.
En la región sureste, que agrupa los estados de Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Florida, según datos de la USCCB, entre 2000 y 2010, la población hispana se ha incrementado en 148% en Carolina del Sur y 111% en Carolina del Norte.
Aguilera-Titus afirma que los fieles con ascendencia hispana/latina aumentaron 13 millones, mientras que el resto de los católicos disminuyó 11 millones en las últimas tres décadas”.
Hosffman Ospino, profesor asistente de teología y educación religiosa en Boston College, afirmó en un artículo publicado por ‘El Pregonero, vocero en español de la Arquidiócesis de Washington, que la comunidad de más rápido crecimiento en Estados Unidos, la hispana, superará los 132 millones para el año 2050 cuando ha de representar el 30 por ciento de la población.
Pero, señaló que la Iglesia no ha reaccionado a la misma velocidad. “Las diócesis, escuelas y parroquias están en ‘control automático’ desde hace sesenta años y se necesita una renovación, una nueva dinámica.
Una respuesta de la Iglesia a este reto fue la realización del V Encuentro de la Pastoral Hispana en 2018, con resultados revitalizadores para la vida de millones de católicos latinos en Estados Unidos.
Es necesario resaltar las palabras que los obispos de Estados Unidos expresaron en su carta pastoral de 1982, titulada La Presencia Hispana: Esperanza y Compromiso, “en este momento de gracia reconocemos que la comunidad hispana que vive entre nosotros es una bendición de Dios”.
— César Hurtado