El P. Francisco Torres Ruiz, sacerdote de la Diócesis de Plasencia, España, y encargado del ministerio del exorcismo explicó qué es la tentación y cómo podemos vencerla.
El P. Torres dijo que según enseña el Catecismo de la Iglesia Católica “la tentación es una consecuencia del pecado original”, que “ha herido nuestra naturaleza”.
Explicó que “decimos que tenemos naturaleza caída”, porque “a pesar de que con el Bautismo se nos quita el pecado original, todavía queda ese reato de pecado en nosotros que llamamos concupiscencia, y eso es lo que aprovecha el diablo para tentarnos”.
En ese sentido, dijo que “la tentación es toda insinuación. Ese veneno, esa provocación que el diablo nos inspira para apartarnos del amor de Dios, apartarnos de su ley, y ofender a Dios y ser reos del diablo”.
El exorcista subrayó que “siempre vamos a ser tentados” por el diablo, y afirmó que el Catecismo lo recuerda al comentar la parte final de la oración del Padre Nuestro, que refiere al combate espiritual y la tentación.
“Desde que venimos a este mundo hasta que nos vamos de él vamos a ser tentados, vamos a ser probados y vamos a ser cribados por Satanás. Como el Señor le dijo a San Pedro: ‘Mira que Satanás te está cribando’, pues así vamos a ser también nosotros”, dijo.
El P. Torres recordó que para la Iglesia Católica existen “tres enemigos del alma: el mundo, el demonio, y la carne” y que “la tentación viene de toda inspiración maligna que el demonio nos hace, a través de las diferentes circunstancias que vivimos”.
No obstante, aclaró que “cuando hablamos del enemigo de la carne, no tenemos que pensar solamente en nuestro cuerpo, como si la carnalidad fuera mala, sino que tenemos que pensar en esos pecados que brotan de nuestra propia naturaleza: la gula, la lujuria, la pereza”.
“Cuando hablamos del mundo no es que el mundo sea malo, porque el mundo ha sido creado bueno por Dios, sino que hay cosas del mundo que sacan algo malo de nosotros: los pecados de ira, de codicia, la vanidad”, explicó.
“Y luego está el enemigo más perverso y peligroso que es Satanás, que es el diablo, y es el que aprovechando cada circunstancia de nuestra vida, nos tienta, nos prueba, nos inspira pensamientos malignos, acciones malignas para apartarnos de Dios”, agregó.
El exorcista subrayó que San Pablo nos recuerda, al final del capítulo 8 de su Carta a los Romanos, que las tentaciones se pueden aprovechar para el bien de nuestra alma.
San Pablo dice que “para los que aman a Dios, todo vale para el bien, y esa tentación, aun viniendo del maligno, Dios la aprovecha para probar nuestra fe, para aquilatar nuestra fe, para hacernos recios, cristianos de verdad, cristianos que aprendamos a luchar contra las fuerzas del mal y ser cada día más fieles a Dios y más fieles a los mandamientos”.
“Por tanto, la tentación, si es combatida y vencemos por la gracia de Dios, porque no hay otra manera, pues nos sirve para tener méritos”, añadió.
Finalmente, el P. Torres dijo que podemos vencer las tentaciones con las siguientes armas: la oración, la lectura de la Biblia, el rezo del Santo Rosario, la Contemplación del Vía Crucis y encomendarse a la Virgen María y a los santos.
El exorcista destacó que “en primer lugar está la oración” y que esta debe ser “asidua, afectiva, cariñosa”; es decir, tener “un trato diario con Dios”. Además, recomendó leer el libro El Tratado de las réplicas de Evagrio Pontico.
Al respecto, dijo que Evagrio era “un monje del siglo IV que era discípulo de los padres capadocios, de San Basilio de Cesárea y de San Gregorio de Nisa”.
En el libro se ofrece “una serie de frases del Antiguo y del Nuevo Testamento que él recomienda repetir muchas veces a modo de jaculatorias para luchar contra pecados concretos”, como por ejemplo, “la gula, la pereza, la avaricia”, concluyó.
- Aciprensa