NEWTON — Un numeroso grupo de fieles de la Misión del Santo Rosario de la parroquia San José de esta localidad, se reunió a fines de octubre para celebrar su primer congreso y la finalización del mes del Rosario con procesión, música, oración y un compartir.
Durante la cita se realizó la procesión en exteriores de la Santísima Virgen, la renovación de las promesas de consagración de sus miembros, así como una ceremonia de adhesión de nuevos consagrados.
La fiesta se extendió a la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles en Marion, donde el Mes del Santo Rosario concluyó con Eucaristía, procesión y la dramatización de las apariciones de la Virgen en Fátima.
Para algunos, según explica el Diácono Darío García, coordinador del Ministerio Hispano del Vicariato de Hickory y director espiritual de las devociones marianas, el mes del Santo Rosario termina el 31 de octubre, pero “para nosotros continúa porque seguimos con el Rosario Guadalupano” que inicia el 2 de noviembre y por treinta días se reúne en diferentes casas para seguir con una Novena que concluye en la víspera de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe”.
Más de una década
La Misión del Santo Rosario se estableció en 2011, después que un feligrés de la Iglesia San José presentó la iniciativa ante el Diácono García, quien de inmediato dio su aprobación al proyecto.
En 2014 la misión creció y se extendió a otras parroquias del vicariato utilizando como instrumento la consagración al Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, un retiro espiritual de 33 días, donde se estudia la historia de cuatro santos que dedicaron sus vidas a la devoción del Santo Rosario.
Los años de pandemia supusieron un desafío para la misión, que utilizando recursos informáticos y redes sociales, mantuvieron “la misión del Santo Rosario activa y a sus misioneros sin descanso”, aseguró el Diácono García.
“Todos nos mantuvimos informados a través de videos, audios y escritos, y permanecimos en oración con el Santo Rosario, la difusión de las ‘florecillas de María’, meditando en familia y compartiendo sugerencias y comentarios”, añadió.
Devoción temprana
Para el Diácono García, la devoción mariana llegó a muy temprana edad en su natal Colombia. Más tarde, refiere, fue reforzada por su menor hija, quien encontró una pequeña estampita de la Virgen María. Respecto a su esposa dijo que, “es una devota a tiempo completo”.
“El rezo del Santo Rosario, especialmente en familia, nos trae muchas bendiciones del Señor. Nos une más como hermanos de un mismo hogar, nos hace sentir miembros orantes de la Iglesia y nos protege de males, peligros y tentaciones malignas. Rezando juntos nos sentimos más hijos de Dios en compañía de la
Virgen del Cielo. También lo podemos rezar individualmente, en voz baja o mentalmente mientras trabajamos, vamos de viaje, caminamos por el parque, etc., y estaremos protegidos y acompañados por el Señor y la Virgen”, afirmó el Diácono García.
En su trabajo pastoral, “la Virgen ha sido mi compañía” porque ella es la perfecta representación de la familia, y en esta misión “el diácono obra en compañía de la familia”, finalizó.
— César Hurtado