P. Leo Tiburcio preguntó a fieles en Vigilia Pascual
CHARLOTTE — Con una Misa concelebrada el sábado por la noche por los Padres Leo Tiburcio, párroco, Hugo Medellín, vicario, y Saúl Londoño, misionero visitante; la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Charlotte celebró la Vigilia Pascual y Resurrección de Jesucristo.
La Misa, que contó con la asistencia en el altar del Diácono Eduardo Bernal, dió inicio pasadas las 8:30 de la noche, tras la caída del sol, mientras un fuerte aguacero se precipitaba en la zona suroeste de la ciudad.
El fuego pascual debió realizarse en exteriores, bajo el cobijo de un pequeño alero en la entrada de la Iglesia. Después de encender el Cirio Pascual, los celebrantes, al que abrían paso un grupo de servidores del altar, ingresó en procesión al templo que se hallaba completamente en tinieblas.
Entre cánticos de bienvenida, el fuego del Cirio Pascual fue compartido, y poco a poco se fueron encendiendo las velas que portaban los fieles asistentes, iluminando de manera parcial la iglesia.
Tras las lecturas, el Padre Tiburcio ofreció su homilía, en la que preguntó a los asistentes si verdaderamente conocen lo que Dios hace por la humanidad.
“Son grandes preguntas que nos hacemos, ¿quién es Dios?, ¿cómo es que existe?, ¿comprendemos lo que hace por la humanidad? Nos quedamos cortos en entender quién es Su persona”, dijo.
Para responder estas interrogantes, señaló, hay que meditar sobre 3 cosas: la creación, la palabra de Dios y la Eucaristía. Especialmente hoy que celebramos la victoria de Jesús sobre el mal. El pecado existe, pero no es tan grande como la misericordia de Dios”, explicó.
Luego destacó la dignidad de la persona como creación de Dios, y reconociéndose “debemos dejar de ver las cositas negativas que tiene”.
Refiriéndose a Jesús, dijo que en Él se cumple que “la palabra de Dios viene de arriba, baja, da fruto y sube nuevamente”.
La palabra de Dios, dijo, purifica nuestra alma y nos revela el misterio del espíritu.
Respecto a la eucaristía, “que acabamos de vivir el jueves pasado la institución de ella”, nos da la gran oportunidad de entrar en comunicación con nuestro Señor Jesucristo. “Una de las mayores tragedias del hombre es que no pueda comulgar”, aseveró.
Finalmente dijo que la oración, que nos muestra Su luz para regresar a Él, para no caer en el pecado; vivir los sacramentales; y reunirnos como comunidad, como Iglesia, viviendo como hijos de Dios; nos ayudarán en la meditación de la creación, la Palabra de Dios y la Eucaristía.
Durante la celebración de la Misa de Vigilia, 20 catecúmenos recibieron los sacramentos de iniciación. Entre ellos se contaban varios jóvenes y parejas.
-Fotos y texto: César Hurtado