Los católicos y las comunidades de toda la Diócesis de Charlotte han podido notar un cambio o un énfasis renovado en algunas prioridades de la Iglesia, ya que el Obispo Peter Jugis anuncia una ambiciosa agenda después de haberse realizado más de 400 sesiones de escucha con los fieles durante el sínodo diocesano del año pasado.
En una carta a los fieles leída durante las Misas del 16 de abril, segundo domingo de Pascua, el Obispo Jugis aborda el tema de las “vidas ocupadas, bombardeadas por mensajes mundanos y de distracción” y pide una mayor unidad, alcance y enfoque en la Sagrada Eucaristía, sacramento especialmente importante en una diócesis en constante crecimiento que ahora tiene más de 500,000 católicos.
El obispo ha instruido a los sacerdotes de toda la diócesis para que se unan a él y se comprometan en seis prioridades pastorales, que se detallan a continuación, después de reflexionar sobre los testimonios y las necesidades resaltadas durante el sínodo diocesano, o asamblea, celebrado conjuntamente con el sínodo mundial convocado por el Papa Francisco.
Más de 7.000 católicos participaron en el sínodo diocesano de octubre de 2021 a junio de 2022, escuchando en oración al Espíritu Santo, unos a otros y conversando sobre el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.
El sínodo incluyó sesiones de escucha en cinco idiomas en 76 parroquias, 19 escuelas, casi todos los ministerios y oficinas diocesanas, el Seminario Universitario San José, 16 asociaciones y grupos laicos, y más, culminando con un informe publicado el 30 de junio de 2022 y enviado a la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
La carta del obispo sirve como un mensaje especial de Pascua, presentado el Domingo de la Divina Misericordia, que celebra el don de la misericordia y amor de Cristo a través de su muerte y resurrección:
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Cristo, nuestra esperanza, ha resucitado. La paz sea con ustedes.
Como Tomás en el Evangelio de hoy, rodeados de un mundo de dudas e incertidumbres, hemos experimentado la presencia del Señor en medio de nosotros, y proclamamos con alegría pascual: “¡Señor mío y Dios mío!”.
El año pasado, el Papa Francisco nos invitó a participar en un proceso sinodal mundial en el que compartimos nuestra fe, temores, esperanzas y preocupaciones.
Aunque la tasa de participación católica nacional fue sólo ligeramente superior al 1 por ciento, la Diócesis de Charlotte superó el promedio nacional. Después de un discernimiento en oración y de haber escuchado a los fieles laicos y al clero de la diócesis, me gustaría compartir con ustedes seis prioridades pastorales para seguir nuestro camino adelante.
En primer lugar, deseo sinceramente que todos renueven y fijen sus vidas en la Santísima Eucaristía. Las vidas ocupadas, bombardeadas por mensajes mundanos y que distraen, sólo pueden encontrar verdaderamente la paz que anhelan en el misterio pascual.
Segundo, mientras fortalecemos nuestra comunión con Cristo, debemos permitirle fortalecer la comunión dentro de nuestras familias y la Iglesia. A diferencia del mundo secular en el que vivimos, la Iglesia no puede permitirse ser fracturada por el partidismo. Las fuerzas que buscan dividir no son mayores que el Espíritu
Santo que une. Debemos seguir a Nuestro Señor que oró en la Última Cena, “para que sean uno, como nosotros somos uno”.
Tercero, como familia de fe debemos inspirar a los jóvenes a encontrar su hogar en la Iglesia. Inherentemente atraídos por la autenticidad, es nuestra responsabilidad hablar del significado de una verdadera vida cristiana.
Cuarto, en una época de confusión moral, debemos inspirar vidas de santidad personal que resalten la belleza del amor en castidad.
Quinto, debemos aprender a proclamar la fe en la era digital, para que podamos evangelizar mejor una cultura llena de mensajes seculares y opuestos.
Sexto, debemos enfrentar los desafíos de una diócesis en constante crecimiento. En solo 50 años, la Diócesis de Charlotte ha crecido de 34 mil católicos en 75 parroquias a más de 500 mil en 92 parroquias y misiones repartidas en 46 condados.
Como familia diocesana, confiando en la gracia y la misericordia de Dios, pido la ayuda de ustedes, mientras guío a la diócesis para enfrentar los desafíos del día a día. Finalmente, encomiendo estas prioridades pastorales al cuidado maternal de la Santísima Virgen María Madre de Dios, nuestra patrona diocesana.
Que la paz y la alegría de la Pascua estén con todos vosotros.
Sinceramente suyo en Cristo.
Reverendísimo Peter J. Jugis
Obispo de Charlotte
16 de abril de 2023