CHARLOTTE — Con el firme compromiso de reavivar y extender el carisma de su movimiento apostólico, 550 líderes de la Renovación Carismática de Estados Unidos y Canadá se reunieron en el marco del Encuentro Católico Carismático Latino Estadounidense (ECCLE), realizado en Charlotte del 21 al 23 de abril.
Belisario Solórzano, coordinador de la Renovación Carismática Católica de la Diócesis de Charlotte, dijo que la organización logística del evento recayó en Charlotte después de una espera de 10 años.
El año pasado, durante el encuentro anual que se llevó a cabo en California, al que lamentablemente Solórzano no pudo asistir, se anunció que Charlotte sería la sede en 2023.
“Siete personas de nuestra diócesis viajaron. Fue un día domingo y yo estaba al teléfono con ellos, esperando la decisión de los organizadores. Cuando nos comunicaron la noticia fue una felicidad tremenda la que sentimos”, dijo.
Respecto al propósito de estos eventos, Solórzano señaló que “es abordar la problemática de los diversos grupos, analizar los problemas, los aciertos, las necesidades y otros puntos para efectuar las correcciones necesarias o ratificar los procesos en los que estamos teniendo éxito. Venimos a compartir experiencias y a aprender”.
El privilegio de ser anfitriones dio a los organizadores locales la oportunidad de incluir participantes de los 20 grupos de la diócesis, no únicamente líderes. Por esta razón pudieron estar presentes coordinadores, subcoordinadores, responsables de los ministerios de alabanza y de intercesión, para adquirir valiosos conocimientos que aplicarán en sus propias comunidades.
El lema del encuentro de este año, “Vivir en el Espíritu” hace un llamado a los miembros para regresar a las bases del movimiento. “A veces nos cansamos, lo dejamos de lado, nuestro trabajo no es tan efectivo. Este congreso nos reanima, nos hace ver que Dios nos ha llamado, que somos importantes y que si no hacemos la tarea que Él nos ha dado, ¿quién la hará?”, dijo Solórzano.
Katia Arango, coordinadora nacional de la Renovación Carismática Católica Hispana, responsable del ECCLE 2023, dijo que la Renovación Carismática ha trabajado un plan de tres años, y que el primer año se enfoca en “vivir en el espíritu”. La espiritualidad en la renovación carismática, subrayó, se da a través del bautismo en el Espíritu Santo y el llamado a sus miembros es a vivir en el espíritu, lo que significa ver todos los días dónde nos quiere Dios y hacia dónde nos movemos.
“Con el tiempo, en los desafíos, en la cultura que este país y la sociedad nos impone, a veces se pierde muy rápido la emoción, la efervescencia, el fuego de los eventos. Y nuestro llamado después de este ECCLE es que permanezcamos viviendo conducidos por el Espíritu Santo en nuestro trabajo diario, en nuestras comunidades, nuestras parroquias y la diócesis en la que estamos llamados a servir”, dijo.
Uno de los secretos para mantener la “llama encendida” de forma permanente, anotó, es la vida en comunidad. “Necesitamos vivir insertados en comunidad parroquial, diocesana, donde, a pesar de tener diferentes dones, diferentes carismas, todos traemos y aportamos algo para que la Iglesia sea un lugar mejor”.
Respecto al papel de la Renovación Carismática dentro de la Iglesia Católica, Arango dijo que desde este movimiento se puede ofrecer la experiencia de una vida en el Espíritu. “Una vida que recibe el amor de Dios, que proclama a Jesucristo como Señor, y que recibe esa fuerza del Espíritu Santo para saber que no estamos solos. La Renovación cree que el Espíritu Santo vive en cada momento porque es promesa de Jesús para nosotros. No estamos solos, el Espíritu Santo camina en los momentos de alegría, de necesidad, pero, sobre todas las cosas, cuando pensamos que nada tiene sentido hay una nueva esperanza porque Jesucristo está vivo”, finalizó.
— César Hurtado