La Paz y bien a todos ustedes y a todas sus familias en estos días tan hermosos de preparación a la Semana Santa.
Quiero escribir estas líneas para animarlos a vivir de una manera muy plena las próximas festividades que ya se avecinan, y que nos darán muchas gracias y bendiciones si nos acercamos a ellas con profunda devoción y fe.
Desde el domingo de ramos, iremos a la iglesia a celebrar el Domingo de la Pasión del Señor y recordaremos el momento que Cristo entró triunfante en Jerusalén para tomar el camino que conduce a la crucifixión y así cumplir la voluntad del Padre. Es un domingo victorioso y por eso llevamos palmas o ramas de olivo en nuestras manos, porque Jesús ha decidido que el tiempo ha llegado y que la voluntad del Padre tiene que realizarse. Les invito a no simplemente tomar una rama de palma, sino a comprometerse con Cristo a vivir su victoria y querer hacer siempre la voluntad de su Padre.
Lo que no me gustaría que hicieran es que lo tomen solamente como un momento de superstición queriendo bendecir ramas de palmas para buena suerte y otras cosas que nada tienen que ver con nuestra religión.
El Jueves Santo les pido que se hagan el propósito de no faltar a la Misa. Es una Misa sumamente importante pues celebramos la institución de la Eucaristía, la institución del sacerdocio ministerial y el mandamiento nuevo del amor. Nosotros debemos tener un profundo amor a Cristo Eucaristía y celebrar llenos de júbilo este acontecimiento. Nosotros, que hemos sido llamados a un conocimiento más profundo de la presencia real de Cristo, debemos comprometernos a no dejarlo solo en la adoración que se tiene después de la Misa. Les pido a todos llevar sus veladoras y encenderlas durante su adoración después de Misa como signo de su fe y amor a la Eucaristía. Estas veladoras llévenselas a casa y, cada que hagan oración, enciéndanlas como signo que Cristo Eucaristía es la luz del mundo.
En el Viernes Santo les recomiendo mucho mantenerse en estado de mucha oración. Lastimosamente mucha gente ha perdido este sentido y se va a divertir a las playas, parques de recreación, ríos, etc. Esto es un agravio muy fuerte contra el Señor. La Iglesia Universal está de luto pues conmemora la Muerte de Aquel que por nuestros pecados decidió tomar nuestra cruz. Ahora bien, a muchas comunidades les encanta hacer el viacrucis viviente, lo cual es algo muy hermoso pues de alguna manera recuerdan la Pasión del Señor. Les pido no sea solamente un show, una comedia para divertirnos un rato, sino que tenga la unción sagrada que eleve el espíritu a Dios. El viacrucis actuado o viviente como lo llamamos, es solamente un acto de piedad y no nos quita la obligación de ir al servicio litúrgico de la parroquia en donde se celebrará la Pasión y Muerte del Señor. Es triste ver que en el viacrucis cientos de personas se congregan y al Servicio Litúrgico muy pocas personas llegan, muchas veces ni las que actuaron el viacrucis llegan. Esto es algo completamente erróneo que tenemos que ir purificando en todas nuestras comunidades, y yo les invito a ustedes a ser esa sal de la tierra y esa luz del mundo.
El Sábado Santo celebraremos la Vigilia Pascual. Es decir, con toda la Iglesia estaremos esperando ese momento tan hermoso de la Resurrección del Señor y todos nosotros, los que ya vamos conociendo un poco más de lo que significa la importancia de la Resurrección, deberíamos estar allí presentes. Los primeros cristianos esperaban con ansias este día y lo celebraban con gozo y devoción. Se recibía a los hermanos que se iban convirtiendo y eran bautizados, y se esperaba la medianoche en la cual Cristo había triunfado sobre la muerte.
Ahora todo ha cambiado. Como es de noche, ponemos todas las excusas habidas y por haber para no ir a esta celebración. Y todos esperamos hasta el domingo, abarrotando a tal manera las iglesias que la misma celebración se vuelve incómoda por tanta gente que llega. Yo les pido a todos ustedes hagan lo posible por participar en la Vigilia Pascual el sábado en la noche, aunque la Misa sea en inglés, y regocíjense con toda la Iglesia en este día tan maravilloso. “Esa es la noche en que Cristo, rompiendo las ataduras de la muerte, salió como Salvador y Redentor”, decimos en el pregón Pascual.
Esta Misa es ya válida para el domingo y así daremos también espacio a aquellos que todavía no han entendido la Resurrección y que vienen a visitar la iglesia en este día tan especial.
El domingo es una continuación de lo que empezamos el sábado, seguimos celebrando la Resurrección de Cristo y por eso las Misas se siguen ofreciendo en todas las iglesias del mundo entero.
El Padre Julio Dominguez es director del Ministerio Hispano de la Diócesis de Charlotte.