Llegué a la Diócesis de Charlotte desde Pensilvania en 1994,
respondiendo la solicitud del Padre Jim Solari, pastor de la Iglesia Católica San Leo, quien había pedido a mi congregación, Las Hermanas de San José de Filadelfia, una hermana religiosa que estuviera dispuesta a establecer un Ministerio Hispano en su parroquia.
Santísima Virgen María, Madre de Dios, ruega por nosotros.