'Estoy tan agradecido por su sí'
El obispo Martin llama a los sacerdotes a proclamar la Buena Nueva a un mundo necesitado
HUNTERSVILLE — Los majestuosos y ascendentes sonidos del órgano y la trompeta dieron la bienvenida a una procesión de más de 100 sacerdotes que entraron en la iglesia de St. Mark en Huntersville el martes por la mañana para la Misa Crismal anual.
Celebrada cada año al comienzo de la Semana Santa, la Misa Crismal es una liturgia especial en la que se consagran los óleos utilizados en los rituales y sacramentos sagrados de la Iglesia, y los sacerdotes renuevan sus promesas y su compromiso con el ministerio.
El obispo Michael Martin exhortó a sus hermanos sacerdotes a salir y “proclamar la Buena Nueva a un mundo necesitado” durante su primera Misa Crismal desde que fue ordenado obispo en mayo de 2024.
La Misa Crismal se trasladó este año de la Catedral de St. Patrick a la iglesia de St. Mark para permitir que más personas asistieran, especialmente estudiantes, familias y aquellos que se están preparando para ingresar a la Iglesia en la Pascua. Una multitud diversa de más de 650 personas llenó los bancos, incluidos muchos niños y un grupo de 30 estudiantes de la Holy Trinity Middle School en Charlotte.
“Sumergidos como estamos en la Semana Santa, llegamos a un momento sagrado donde celebramos el don de Dios del sacerdocio y estos óleos sagrados”, dijo el obispo Martin a la congregación.
Pronunció una homilía emotiva centrada en las promesas que los sacerdotes hacen cuando son ordenados. Dijo que el solemne ritual del día le recordó su ordenación como sacerdote y como obispo, pero que “más importante aún, la emoción más prominente en mi corazón es el recuerdo de dos sacerdotes en particular en mi camino de fe que compartieron la Buena Nueva de forma incondicional.”
Invitó a la congregación a cerrar los ojos por un momento y “imaginar a un sacerdote cuya presencia en su vida fue transformadora.”
Les dijo a los sacerdotes reunidos que las imágenes que vinieron a la mente en ese momento reflejaban el trabajo transformador que están haciendo. Les recordó que su ministerio requiere ofrecer amor incondicional y “paternidad espiritual” no solo a su congregación, sino a todos, especialmente a los pobres y marginados.
“Cada vez que aceptamos la paternidad espiritual, aceptamos una responsabilidad incondicional,” dijo. “No podemos escoger nuestro rebaño. De hecho, estamos llamados constantemente a ampliar nuestra visión de quién es realmente nuestro rebaño – no simplemente aquellos que van a misa cada domingo, sino cada alma que habita el área donde hemos sido enviados a servir.”
“¿Qué significa responsabilidad incondicional?”, preguntó. “Significa que, en lo más profundo de nuestro ser, hay un corazón de amor que siempre se expande en su deseo de salir y amar incondicionalmente a aquellos a quienes estamos llamados a servir.”
Añadió: “Y como Jesús, quien en las Escrituras pasó mucho más tiempo fuera de la sinagoga, fuera del templo, que nosotros también aceptemos esa misma responsabilidad incondicionalmente: salir de nuestras iglesias, salir de nuestras capillas, salir de nuestras oficinas, y salir a encontrarnos con el Pueblo de Dios — especialmente con los más marginados.”
El obispo Martin dijo que lucha a diario con la tentación de “hacer su mundo más pequeño” a medida que se acumulan responsabilidades y exigencias, y reconoció que eso también les sucede a los párrocos, quienes lidian con tareas que pueden parecer apartarlos de la labor que prometieron hacer en su ordenación.
Animó a los hombres a trabajar “no para reducir el enfoque, sino para ampliarlo,” y a estar siempre dispuestos a compartir la Buena Nueva de Cristo con todos los que encuentren.
“Alabado sea Dios por las formas en que todos ustedes han sido incondicionales en su amor por las personas que les han sido confiadas, y nuestra Iglesia es más rica gracias a eso,” dijo. “Alabado sea Dios por ustedes… Estoy tan agradecido por su sí. Estoy tan agradecido por su servicio. Estoy tan agradecido por su amor al Pueblo de Dios.”
Luego, el obispo Martin bendijo los santos óleos que se utilizan en los sacramentos del bautismo, la confirmación, la ordenación de sacerdotes y la unción de los enfermos, así como en la consagración de iglesias y altares.
Después de la Misa, muchas personas se reunieron en el patio para tomarse fotos con el obispo Martin y los sacerdotes que asistieron.
El día ofreció a la gente la oportunidad de reconectarse con sacerdotes que conocen y agradecerles por su ministerio, dijo Kathleen Rose-Bellow, miembro de la parroquia de St. Mark.
“Fue una misa hermosa – se podía sentir la santidad – y una verdadera bendición,” dijo. Ver a tantos sacerdotes juntos fue realmente conmovedor, y la consagración de los óleos fue preciosa.”
Steve Hansen, quien asiste a la iglesia St. Andrew the Apostle en Mars Hill, asistía a su primera Misa Crismal y dijo que fue una experiencia especial para él mientras se prepara para ingresar a la Iglesia en la Vigilia Pascual el 19 de abril.
“Es una misa poderosa para presenciar,” dijo Hansen. “Había tanta reverencia y fue algo impresionante de ver para alguien como yo, que es nuevo en la Iglesia.”
— Christina Lee Knauss, Amy Burger and Troy C. Hull
Sacerdotes que celebran aniversarios importantes de ordenación este año:
• Padre James K. Solari, 70 años
• Padre Richard N. Hanson, 50 años
• Padre Lawrence W. Heiney, 50 años
• Padre Joseph V. Milligan, 50 años
• Padre Francis J. O’Rourke, 50 años
• Padre David T. Brzoska, 25 años
• Padre Joseph L. Dinh, 25 años
• Padre Christopher M. Gober, 25 años
• Padre Matthew Kauth, 25 años
• Padre Shawn O’Neal, 25 años
• Padre Baiju P. Puthussery, 25 años
• Padre Frank J. Seabo, 25 años
