BOONVILLE — En una sencilla pero significativa celebración realizada el pasado domingo 20 de octubre, cientos de fieles festejaron el Vigésimo Aniversario de la fundación de la parroquia Divino Redentor, aunque la fecha exacta de la consagración de la Iglesia, llevada a cabo por el entonces Obispo Peter Jugis, fue el 20 de agosto del 2004.
El párroco, Reverendo Jean Pierre Swamunu Lhoposo, junto con el comité de eventos, coordinó la conmemoración de la importante fecha ofreciendo una deliciosa selección de platillos típicos mexicanos.
Para animar la velada y entretener a los presentes, se ofreció un variado repertorio de bailables folclóricos presentados por un grupo de parroquianos que promueve y apadrina el Museo Regional de la ciudad de Mount Airy, en el condado Surry. Esta agrupación está muy bien preparada y cuenta con diferentes números de bailables, todos ellos muy representativos de varios estados de la República Mexicana. Un grupo folklórico invitado procendente de otra parroquia ejecutó alegremente la danza de los chinelos que tiene su origen, según algunos estudiosos, en el estado de Morelos, en la época colonial.
La parroquia Divino Redentos está ubicada geográficamente justo en medio de dos condados: Yadkin y Surry. La mayoría de los parroquianos proviene de estos condados y otras ciudades cercanas y, desde inicios de la parroquia, todos se sienten identificados con ella y la toman como suya.
Durante esta celebración, el Reverendo Swamunu Lhoposo ofreció dos reconocimientos por la entrega, servicio y dedicación proporcionados a la parroquia. Estas muestras de gratitud fueron entregadas a la secretaria, Señora Petra Arroyo, y a la contadora, Señora Kathy Kyle.
El Padre Jean Pierre Swamunu Lhoposo comentó que el festejo sencillo en esta ocasión se debe a que realmente le gustaría impulsar la celebración del Aniversario de Plata de la parroquia, es decir los 25 años de consagración en 2029, esperando que para entonces se pueda dar una conmemoración que sea muy especial y emotiva para la parroquia y sus feligreses.
— Sergio López
La historia de la Parroquia Divino Redentor en Boonville
Durante la década de 1980, un número significativo de hispanos llegó al condado Yadkin, al noroeste de Winston-Salem, como migrantes trabajadores en la industria del tabaco.
Esta población era predominantemente católica, y la Diócesis de Charlotte respondió estableciendo un ministerio migrante, eventualmente nombrado Cristo Rey, en Yadkinville, durante el verano de 1982 para atender a las familias en los condados Yadkin y sur de Surry. Las cuatro parroquias católicas de Winston-Salem, Nuestra Señora de la Misericordia, San León Magno, San Benito el Moro y Nuestra Señora de
Fátima, fundaron el ministerio en un esfuerzo conjunto.
En 1985, se estableció la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús a 20 millas al norte en Dobson. La comunidad local convirtió una antigua instalación de vivienda para trabajadores migrantes en una iglesia. Aunque la estructura no tenía agua y dependía de un calentador de querosene para calefacción, se utilizó como iglesia durante ocho años.
El Padre Joseph J. Waters, pionero en el ministerio hispano en la Diócesis de Charlotte, fue nombrado director del ministerio migrante diocesano en 1982. Lideró la búsqueda de sacerdotes de habla hispana para celebrar Misas para las comunidades hispanas en el Piedmont occidental.
Durante varios años, la comunidad hispana del área de Yadkinville se reunió en el Salón de la Legión Americana en East Bend para asistir a Misa.
Para 1986, el crecimiento de la población hispana en el área llevó a la Diócesis de Charlotte a comprar una antigua ferretería, justo al sur de Yadkinville, para proporcionar un centro pastoral permanente para la comunidad local.
El Padre Joseph Mack, entonces párroco de la Iglesia San José en Asheboro, celebró la primera Misa en la iglesia de la ferretería el 8 de julio de 1990. En agosto, la hermana franciscana Andrea Inkrott fue contratada como directora del centro, y en diciembre, el entonces Obispo John F. Donoghue bendijo las instalaciones, dándole el nombre de Cristo Rey.
El número de familias migrantes que se establecían permanentemente en el área de Yadkinville continuó aumentando. Para 1995, la cantidad de personas que asistían a las liturgias dominicales era tal que algunos fieles se veían obligados a estar de pie en el pórtico de ingreso o fuera de la propiedad.
Cristo Rey sirvió como iglesia y como lugar de asistencia a los hispanos, ofreciendo servicios de interpretación y traducción, clases de inglés y orientación cultural y práctica.
La hermana franciscana Linda Scheckelhoff se unió al personal de Cristo Rey en agosto de 1992 y también asistió en el ministerio hispano con el Padre Waters en Dobson y Wilkesboro.
Durante los siguientes años, promovieron el liderazgo laico, la participación en el ministerio laico y la formación de pequeñas comunidades cristianas.
Se compró un acre de terreno y un edificio que alguna vez albergó un restaurante a lo largo de la Ruta 601, al sur de Dobson. La comunidad hispana renovó el edificio, y el 12 de diciembre de 1993, los miembros se reunieron para la primera Misa celebrada allí.
Mons. John McSweeney, entonces administrador diocesano, bendijo y dedicó la capilla en enero de 1994. La asistencia a Misa aumentó con la dedicación de la nueva instalación de la iglesia, y se inició un programa de formación de fe para los niños.
El Padre Waters trabajó diligentemente con las familias migrantes establecidas en el área, viajando a Dobson para celebrar Misa los sábados por la noche, visitando familias, preparando a los feligreses para los sacramentos y transportando a los miembros hacia y desde la iglesia.
Pronto, la población hispana superó las instalaciones de Sagrado Corazón de Jesús y Cristo Rey. Ambas comunidades comenzaron a planear unir las dos parroquias y construir una nueva iglesia entre los dos centros de culto existentes.
Para el año 2000, se estaban realizando planes para una nueva instalación de 18,000 pies cuadrados que serviría como espacio de culto, educativo y de reunión para los católicos del condado de Yadkin. Se compraron veinte acres de tierra en Boonville, en el punto medio entre Dobson y Yadkinville.
La nueva iglesia fue diseñada para hacer que los feligreses hispanos, la mayoría de los cuales son nativos de México, se sintieran como en casa. El exterior presenta paredes de estuco y un techo de tejas rojas.
El crucifijo y el altar que adornan la iglesia fueron elaborados en México.
La instalación de 1.5 millones de dólares fue completada en enero de 2003 y el Padre Fidel Melo, párroco, comenzó a celebrar Misa poco después. Tras la ordenación episcopal del Obispo Peter J. Jugis en octubre de 2003, se inició el proceso de selección de un nombre para el nuevo centro hispano.
Para mantener la coherencia con la población mayoritariamente hispana, se eligió el nombre español Divino Redentor para la iglesia. El 21 de agosto de 2004, el Obispo Jugis dedicó formalmente la iglesia en presencia de casi 600 fieles durante una Misa celebrada en inglés y español.
— Catholic News Herald