Procesión de dos horas culmina en Hora Santa
CHARLOTTE — Miles de personas recorrieron el Uptown de Charlotte el sábado en la procesión del Congreso Eucarístico anual, cantando, rezando, tocando guitarras y siguiendo al Obispo Michael Martin portando el Santísimo Sacramento.
El evento de dos días comenzó el viernes por la noche con un conmovedor concierto de alabanza y adoración y el discurso principal del Obispo Martin. Luego se reanudó el sábado con una procesión solemne pero alegre. Una multitud estimada en más de diez mil personas de toda la mitad occidental de Carolina del Norte acompañó la procesión de dos horas, desde la histórica iglesia San Pedro hasta el Centro de Convenciones de Charlotte, donde se lleva a cabo el congreso.
La procesión contó con niños con sus trajes de Primera Comunión, cientos de clérigos y religiosos consagrados, grupos apostólicos, ministerios y todas las 92 parroquias de la diócesis, portando 105 estandartes y caminando juntos en público testimonio detrás de Jesús presente en la Sagrada Eucaristía.
Después, miles llenaron el Centro de Convenciones en una Hora Santa dirigida por el Obispo Martin. Este es el Vigésimo Congreso Eucarístico anual y el primero del obispo desde que fue ordenado para la Diócesis de Charlotte en mayo pasado.
"Dentro de cien años, ninguno de nosotros estará aquí. Pero ¿adivina quién lo hará? Si permanecemos en Dios, permanecemos en Aquel que permanece con nosotros en todo tiempo". — Padre Juan Miguel Sánchez
Dirigiéndose a una congregación que estaba de pie, el Padre Juan Miguel Sánchez, sacerdote-secretario del Obispo Martin, pronunció la homilía de la Hora Santa en inglés y español.
En su homilía, recordó un momento de su infancia en el que vio llorar a su madre después de recibir la Eucaristía, lo que pudo entender a medida que crecía. Contó la historia para ayudar a ilustrar la distinción entre la verdadera fe y la apariencia.
"No rezamos para que nos vean, pero es bueno que nos vean rezando", dijo el Padre Sánchez. "No hacemos una procesión con el Santísimo Sacramento para ser vistos en las calles de Charlotte, pero es bueno ser visto en las calles de Charlotte caminando con nuestro Dios. Mi mamá no lloraba frente a Nuestro Señor para ser vista por sus hijos, pero ciertamente fue bueno para mí ver a mi mamá tan cerca de Dios".
El mensaje del Padre Sánchez fue moldeado por la lectura del Evangelio sobre la vid y los sarmientos (Juan 15:1-8) mientras animaba a la congregación a permanecer cerca de Jesús.
"En el Evangelio, Jesús está diciendo: Yo soy la vid verdadera, y nosotros somos los sarmientos, y nos invita ansiosamente a permanecer en Él", dijo, haciendo eco del tema del Congreso, ‘Permanezcan en mí'. "Pero al ser sarmientos podemos ser de dos maneras diferentes: los que están unidos, al menos de nombre, pero no hay frutos, y los que se unen y dan fruto y son capaces de dar aún más".
Y continuó: "La invitación de Cristo es permanecer en Él. No está diciendo que permanezcan cristianos de nombre y que eso sería suficiente o que permanezcan un poco cerca de Él, sino que estén en Él. Jesús habla de un permanecer que implica, no solo una cercanía, sino una unión íntima a Él, con Él y en Él".
El Padre Sánchez dijo que esta invitación es de lo que se tratan los sacramentos y que las enseñanzas de la Iglesia tienen como objetivo.
"Cuanto más nos unamos a la Divina Voluntad de Jesús, más podremos dar fruto y más seremos uno con Él", dijo.
Luego conectó su mensaje con el Sacramento que atrajo a tantos fieles a Charlotte durante el fin de semana.
"La Eucaristía, a diferencia de cualquiera de nosotros, tendrá una presencia misteriosa y permanente en el mundo, al menos hasta el fin de los tiempos. Piénsenlo. Hace cien años ninguno de nosotros estaba aquí. Pero ¿adivina quién estaba aquí? Dentro de cien años, ninguno de nosotros estará aquí. Pero ¿adivina quién lo hará? Si permanecemos en Dios, permanecemos en Aquel que permanece con nosotros en todo tiempo".
— Annie Ferguson. Fotos por Patrick Schneider, Troy Hull, Binh-An Nguyen y Giuliana Polinari Riley.
