GREENSBORO — Con fe, esperanza y júbilo, miles de fieles en decenas de parroquias de la Diócesis de Charlotte recordaron el pasado 11 y 12 de diciembre, las milagrosas apariciones de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego ocurridas en 1531.
En celebraciones sencillas consistentes en Misas y cenas, hasta en aquellas organizadas en coliseos y centros de convenciones, los fieles expresaron su amor y confianza en la Virgen Morena, Reina y Patrona de México y Emperatriz evangelizadora de toda América.
GRAN FIESTA
En Greensboro, cientos de personas repletaron las instalaciones del Salón Barcelona del Centro de Convenciones Meridian, en la zona sur de la ciudad.
Las puertas abrieron a las 6 de la tarde y el programa dio inicio a las siete de la noche, con una Misa celebrada por el Padre Paul Buchanan, párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Gracia en Greensboro.
Durante su homilía, el Padre Buchanan recordó las palabras de la Virgen a San Juan Diego en 1531. “¿Podría Dios habernos dado un signo más grande en este continente que la aparición de la Virgen en el Tepeyac?”, se preguntó.
“Cristo, el Señor, ha enviado a su madre como su embajadora a muchos lugares en el mundo, pero Nuestra Señora de Guadalupe es la mensajera que Cristo envió a las Américas, a nosotros, ¿qué quería que ella nos dijera?”, volvió a cuestionarse.
Debido a que la Virgen en la imagen de la tilma aparece evidentemente embarazada, señaló que “Nuestra Señora de Guadalupe es la madre de la esperanza, de las expectativas, de los no nacidos. Este es el mensaje más importante que Cristo nos envía a través de la Virgen de Guadalupe. Ella es mi madre. Ella es la madre de cada uno de ustedes. Esto es algo que nunca debemos olvidar”.
Al término de la Misa se presentó un grupo de danza folklórica de la parroquia Santo Niño de Reidsville, seguido de la representación de las apariciones, realizada por un grupo de jóvenes de la Iglesia Nuestra Señora de Gracia.
“¡Tantos problemas que tenemos¡ ¡tantos malos momentos! Perseguidos sin hacer nada malo. ¿Acaso es malo tratar de buscar un futuro mejor para nuestros hijos? Pero esta noche nos olvidamos de todo eso porque la Virgen nos ha recordado su promesa. Nos ha dicho que es nuestra madre, que nada nos aflija porque estamos bajo su sombra y que ella, ella misma es la fuente de nuestra alegría”, dijo emocionada la señora María Suárez*, quien se encontraba en compañía de su familia.
Tres agrupaciones de danza alegraron la noche con bailes tradicionales de diversas regiones de México, el Ballet Folklórico Guadalupano de Asheboro, el Ballet Folklórico Corazón de México, y la agrupación de danza Mexican Tradition.
Apenas pasadas las once de la noche, el Diácono Enedino Aquino, organizador de la celebración y coordinador del Ministerio Hispano del Vicariato de Greensboro, anunció la presencia del P. Fidel Melo, director del Ministerio Hispano de la Diócesis de Charlotte, quien celebró una segunda Misa.
El Padre Melo recibió el saludo y homenaje de los fieles, con ocasión de su próxima partida a un año sabático que lo alejará de sus funciones.
En su homilía, el Padre Melo destacó que diez años más tarde de la caída del imperio azteca, ocurrida en 1521, se aparece la Virgen de Guadalupe. “Ese tiempo (los diez años) fue como el ‘Adviento’ de América, el tiempo de espera, de espera del Evangelio. ¿Y quién es el Evangelio? Jesucristo, que nació de María Santísima”.
“Cristo no quiso llegar a América solo por la prédica de los misioneros, vino por el pié de María Santísima. Cuando América estaba en ese momento doloroso de transformación, de encuentro, de inicio de un proceso de inclusión que dió como resultado a nuestra América de hoy”, anotó.
Al finalizar la Misa, al borde de la medianoche, se presentó la Auténtica Banda Santa Cruz que ofreció una extensa serenata a la Guadalupana.
MAÑANITAS EN BOONVILLE
La parroquia Divino Redentor en Boonville celebró una Misa de Mañanitas a las seis de la mañana del día 12 de diciembre.
El Padre Enrique González, párroco de Divino Redentor, fue el oficiante. En su homilía, el sacerdote hizo una pregunta, al igual que Isabel que recibió la visita de la Virgen cuando estaba embarazada, “¿quiénes somos nosotros para que la Madre del verdadero Dios nos visite?”.
Respondió que no es por nuestros méritos, sino por el inmenso amor de Dios que permitió que su madre viva con nosotros, haciendo realidad sus palabras en la cruz cuando le dice a María “he allí a tu hijo”. “Y dice el evangelio que desde ese momento el discípulo la llevó a vivir a su casa. Pero, más que el discípulo que se lleva a María a vivir a su casa, es el discípulo que viene a vivir a la casa de María”, destacó.
Al culminar la Misa se ofreció atole, tamales y pan dulce a los asistentes.
Las actividades en Divino Redentor iniciaron la noche del miércoles 11 con la maratón de relevos de la Antorcha Guadalupana, que tradicionalmente parte de Mount Airy, recorre 27 millas para llegar con la luz a la iglesia, alrededor de la medianoche.
El extenso programa concluyó el jueves 12 con Misa, festival mariano y danzas.
EL MENSAJE DE LA VIRGEN
“Oye y ten entendido hijo mío, el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige; no se turbe tu corazón; no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí?, ¿No soy tu Madre?, ¿No estás bajo mi sombra?, ¿No soy yo tu salud?, ¿No estás por ventura en mi regazo?, ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa”.
—César Hurtado, Reportero hispano
En www.facebook.com/CNHEspañol: Vea varios videos sobre la celebración de la fiesta Guadalupana.
Es una costumbre muy extendida que a principios de año las personas establezcan propósitos para realizarlos durante los próximos doce meses.
Rebajar de peso, hacer más ejercicio, dejar de fumar, aprender otro idioma o a ejecutar un instrumento musical son los más comunes.
Pero también hay aquellos que, resaltando su vida interior, determinan propósitos de carácter espiritual.
El P. José Luis González Santoscoy, sacerdote de la Arquidiócesis mexicana de Guadalajara que también dirige un apostolado en redes sociales, propone cuatro consejos para que los propósitos del Año Nuevo no se queden solo en buenos deseos.
• Menos es más
“No trates de abarcar mucho porque abandonarás todo. Es importante que te plantees un objetivo que te atraiga y sea posible de realizar, ya que en ocasiones nos ponemos una lista interminable de cosas por cambiar, porque queremos ser perfectos de la noche a la mañana y esto termina siendo una carga pesada que nos mata en lugar de motivarnos”, asegura el sacerdote.
• Pon un objetivo concreto
“Sé específico en lo que quieres para que logres obtener resultados”, sugiere el presbítero.
“Por ejemplo, a veces decimos, seré el mejor papá. Eso no ayuda, más bien ¿qué me llevará a ser mejor papá? Por ejemplo, pasaré más tiempo con mi esposa y mis hijos. Sé específico y busca propósitos concretos”.
•Un día a la vez
“Si piensas que tu objetivo lo vas a trabajar los 365 días del año, en automático pensamos que es muchísimo, por ello hay que vivir un día a la vez”.
“No excedas tus propias limitaciones. Esto te ayuda a ir obteniendo resultados visibles y reales, lo cual te motivará bastante porque irás aumentando en confianza al ver resultados”, exhorta el sacerdote.
• Busca apoyo
El P. González anima a conversar con la familia y los amigos sobre estos propósitos para que ellos también te ayuden y te motiven. “En ocasiones podemos flaquear y necesitamos de alguien que nos ayude a retomar el camino”.
“Recuerda que en la medida en que estemos cerca del Señor, Él nos ayudará a perseverar. Nunca te des por vencido”, concluye.
Magos y predicciones
En los días previos a la celebración del Año Nuevo proliferaron los pronósticos y adivinaciones sobre lo que sucederá en 2020.
Algo que muy pocos toman en cuenta al recurrir a estos supuestos adivinos, es que ni siquiera los demonios pueden ver el futuro, tal como lo explica el sacerdote José Antonio Fortea, especialista en el tema y exorcismo.
En su libro Summa Daemoniaca, el P. Fortea advierte: “No hace falta decir que si el futuro no es posible conocerlo ni invocando a los demonios, mucho menos con esas prácticas de astrología, cartomancia, etcétera”.
“Los demonios no lo saben todo, solo lo que pueden deducir, pero ellos no ven el futuro”, señala.
El sacerdote español escribe además que “los mismos que practican esas supercherías son la prueba viviente de que por ese medio no se puede obtener ningún beneficio”.
“Los únicos que sí que suelen obtener algún beneficio de tales adivinaciones, son los embaucadores profesionales que son los primeros en no creer en ellas y que saben dosificar sus predicciones para no pillarse los dedos”, señala.
El P. Fortea es enfático en que “nunca ningún cristiano bajo ningún concepto debe consultar a este tipo de personas”, pues “la consulta a un mago, vidente o santón constituye siempre un pecado grave”.
— Condensado de Aciprensa