ASHEVILLE — Con gran alegría en el Señor, el Ministerio Católico Hispano de la vicaría de Asheville llevó a cabo los primeros dos retiros de evangelización del año en curso, después de superar una sensible reducción de actividades por dos años debido a las restricciones sanitarias decretadas por las autoridades federales y estatales en prevención del contagio de COVID-19.
El retiro de varones tomó lugar del 18 al 20 de marzo, y el retiro de damas del 25 al 27 de marzo. Ambas actividades se realizaron en el centro Black Mountain Home for children, muy cerca a Swannanoa, localidad ubicada al este de Asheville.
El retiro de hombres contó con la participación especial del Hermano Francisco Arredondo, OFM Cap., fraile capuchino que se desplazó desde Wellington, Delaware, y estuvo presente para escuchar confesiones, dar consejería espiritual y celebrar la Santa Misa.
El Hermano Arredondo es director de vocaciones capuchinas de la Conferencia Capuchina de Norteamérica y el Pacífico (NAPCC, por sus siglas en inglés) de la provincia Stigmata que cubre los estados de Alabama, Delaware, Florida, Georgia, Mississippi, New Jersey, Las Carolinas, Tennessee, Virginia.
En el retiro de las mujeres se contó con la asistencia del Padre Brian Becker, párroco de Santa Margarita María en Swannanoa; el padre Nohé Torres, vicario parroquial de la Iglesia Inmaculada Concepción en Hendersonville y de la Basílica San Lorenzo en Asheville; y el Padre John Pagel de la parroquia Santa Juana de
Arco en Asheville, quien celebró la sagrada Eucaristía al término del encuentro espiritual.
Estos retiros tienen la finalidad de acompañar a los hombres y mujeres que se encuentran en la búsqueda de una vida espiritual centrada en la experiencia de un encuentro especial con Jesús y María.
La oficina del Ministerio Católico Hispano está organizando también un retiro para jóvenes que tomará lugar el sábado 7 de mayo del corriente año en la misma localidad.
Si requiere de mayor información para inscribirse o registrar a sus hijos en esta actividad, por favor consulte al coordinador del ministerio hispano de su parroquia
Este retiro se ha programado para iniciar sus actividades a las ocho de la mañana y concluirlas a las nueve de la noche del mismo día.
Damos gracias a Dios por la oportunidad que nos otorga para continuar caminando con el pueblo hispano y posibilitar la realización de retiros de evangelización al servicio de las nuevas generaciones.
— Antonio García, Especial para Catholic News Herald
En www.facebook.com/CNHEspañol: Podrá encontrar más fotografías de los retiros de evangelización realizados en el vicariato de Asheville en 2022
CHARLOTTE — Casi 100 sacerdotes del oeste de Carolina del Norte se reunieron, hombro a hombro, en la Catedral San Patricio el 12 de abril para, en una poderosa señal de unidad, renovar sus promesas a la Iglesia.
Fue la primera vez en dos años que todos pudieron reunirse en persona con su obispo durante la Semana Santa para la tradicional Misa Crismal, llamada así porque es también cuando el obispo bendice los aceites sacramentales que serán utilizados en las iglesias durante el próximo año. La pandemia de COVID-19 obligó a cerrar todas las iglesias durante la Semana Santa de 2020, y el año pasado se restringió la asistencia a la Misa Crismal.
Los sacerdotes dijeron estar felices de volver a la catedral. Y para dos de ellos, esta Misa Crismal fue la primera desde que se ordenaron en junio pasado.
“Fue un momento muy emocionante para mí, no solo porque concelebré la Misa con el Obispo Jugis y renové mis promesas, sino que también tuve la oportunidad de ver a muchos sacerdotes, a quienes ahora me enorgullece llamar hermanos sacerdotes”, dijo el Padre Joseph Wasswa, quien sirve en la iglesia Nuestra Señora de Gracia en Greensboro. “Fue muy difícil el año pasado debido al COVID. Pero ahora, no puedo contener la emoción. ¡Gracias a Dios!"
“En mi primer año de sacerdote, cada evento que involucra celebrar y compartir mi ministerio con otros sacerdotes es emocionante y gozoso”, señaló el Padre Miguel Sánchez, quien sirve en la Iglesia San Mateo en Charlotte. “Estoy muy contento y honrado de tener la oportunidad de finalmente celebrar aquello para lo que me he preparado y compartir esa bendición con los demás”.
El padre Marcel Amadi, quien sirve como ministro de campus universitario en el área de Triad, describió la Misa Crismal como “una hermosa celebración de unidad bajo la guía del obispo”.
“Venimos de varias culturas, grupos étnicos y ministerios”, dijo. “Al igual que las ramas de un árbol, nuestras vidas pueden crecer en diferentes direcciones, pero nuestras raíces permanecen unidas. Cada vez que nos reunimos, celebramos nuestros cimientos en Cristo Jesús”.
La unidad en Cristo fue el tema de la homilía del Obispo Peter Jugis dirigida a sus hermanos sacerdotes.
“Somos una familia en Cristo”, les dijo. “Hay un tremendo espíritu de unidad y buena voluntad en toda la diócesis. Su presencia hoy es un signo de esa unidad y buena voluntad”.
Jesucristo los une en su ministerio, agregó. “Vernos a todos juntos es un testimonio muy poderoso y visible de la unidad de los ordenados sacerdotes. Un solo corazón, una sola mente con Cristo y con la Iglesia, compartimos el sacerdocio de Cristo, el Sumo Sacerdote”.
“En nuestra renovación de promesas, determinamos esforzarnos por estar más unidos al Señor Jesús y ser más semejantes a Él”, dijo. “Durante esta Misa, resolvemos vivir profundamente el misterio de Cristo con quien nos identificamos, y esforzarnos en todas nuestras palabras y acciones para vivir la caridad de Cristo”.
Especialmente este año, cuando la diócesis celebra su 50 aniversario, esa unidad de propósito es evidente, subrayó el obispo.
“Estamos celebrando este año el regalo de nuestra fe católica aquí en el oeste de Carolina del Norte y pidiéndole al Señor que nos ayude a proclamar el Reino de Cristo a través del testimonio de nuestras vidas”, dijo.
En una nueva expresión de unidad, todos los sacerdotes permanecieron de pie durante la consagración del sagrado crisma con la mano derecha extendida, uniéndose al Obispo Jugis en la oración de consagración.
Los santos óleos bendecidos en la Misa Crismal se utilizan en los sacramentos del bautismo, confirmación y unción de los enfermos, así como para la ordenación de sacerdotes y la consagración de iglesias y altares.
Después de la Misa, los diáconos dividieron los aceites bendecidos para distribuirlos a las 92 parroquias y misiones de la diócesis para ser usados en las celebraciones sacramentales durante el próximo año.
— SueAnn Howell, reportera senior