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Catholic News Herald

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‘Mantengan la fe’

050421 KottarMOUNT HOLLY — Mientras caía el sol a fines de la semana pasada, unas enfermeras llevaron en silla de ruedas al Padre Michael Kottar a los exteriores del Hospital Carolinas Rehabilitation de Atrium Health, donde 27 jóvenes que estudian para convertirse en sacerdotes se preparaban para darle el adiós.

A los 53 años, el Padre Kottar ha sido diagnosticado con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, una enfermedad cerebral extremadamente rara y agresiva para la que no existe un tratamiento o cura. Al día siguiente, el sacerdote por 27 años abordaría un vuelo médico con destino a Ohio, donde estará con su familia y recibirá la atención que necesita al final de sus días.

Pero esa tarde, el Padre Kottar se sentía inquieto al dejar a su congregación diversa de 300 familias que pastorea en la parroquia Santa María Auxiliadora en Shelby y en la Misión Cristo Rey en Kings Mountain. Sin embargo, le complació pasar un momento con los futuros sacerdotes de la Diócesis de Charlotte, ya que haberse convertido en sacerdote es el logro que más atesora.

Los seminaristas universitarios habían llegado a cantar, orar y brindar consuelo al Padre Kottar. Nadie podría imaginar que el Padre Kottar también tenía un regalo para ellos.

Querido Sacerdote

Nacido y criado en Youngstown, Ohio, Michael Kottar es el primero de tres hijos, el hermano mayor de las gemelas a las que simplemente llamaba “hermana” porque no podía distinguirlas. Su madre trabajó como secretaria y técnica bibliotecaria de una escuela católica, y su padre coordinaba una línea de ensamblaje para la General Motors.

Era un ratón de biblioteca que se graduó como el mejor de su clase en la escuela secundaria y “sorprendió” a sus hermanas cuando anunció que quería convertirse en sacerdote.

Michael se sumergió en los estudios, primero en la Universidad Pontificia Josephinum en Ohio, luego obteniendo el Bachillerato en Filosofía del Seminario Redentorista San Alfonso en Connecticut, y finalmente logrando una Maestría en Divinidad del Seminario Mount St. Mary en Maryland, en 1994. Fue ordenado sacerdote ese mismo año por la Diócesis de Metuchen, Nueva Jersey, donde sirvió cinco años antes de unirse a la Diócesis de Charlotte en 1999.

El Padre Kottar sirvió en Charlotte, North Wilkesboro, Andrews y Shelby. Aficionado al gimnasio, le fascina el hiking y navegar por el Caribe con su compatriota, el Padre Herbert Burke, quien dirige la vecina parroquia Inmaculada Concepción en Forest City. También es conocido por su sentido del humor, al estilo británico, y por su manera de hablar: ofrece conmovedoras homilías, que hicieron que las peregrinaciones que condujo fueran particularmente significativas.

El Padre Kottar se convirtió en pastor de Santa María en 2007, su asignación más larga. Le encanta la integración de las personas y culturas allí, y fue muy apreciado por su consejería, su estudio bíblico Great Adventure y por supervisar la expansión del nártex y lograr la pavimentación del parque de estacionamiento.

Pero en diciembre pasado, el Padre Kottar comenzó a sentirse mareado, y en ocasiones tuvo que cancelar la Misa. Después de lo que parecían ser pruebas interminables, en abril recibió el diagnóstico terminal.

“Fue difícil de escuchar. Pensé que tendría unos años más. Pero si Dios me quiere ahora, entonces eso es lo que será. No puedo entender cómo alguien podría superar algo como esto sin fe”, dijo el Padre Kottar, justo antes de encontrarse con los seminaristas universitarios.

”Se trata de tener fe”

Con calma, el Padre Kottar, sentado en su silla de ruedas, escuchó la bendición de sus compañeros sacerdotes, recibió la Sagrada Comunión y un rocío de agua bendita. Sonrió mientras los seminaristas, armonizando con las Hijas de la Virgen Madre, cantaban el Regina Caelli en tenor melódico, bajo y barítono.

Entonces el Padre Kottar, que había estado incapacitado durante días por una infección, se animó a decir unas palabras.

“Es maravilloso ver una Diócesis de Charlotte en crecimiento”, dijo. “En caso que muera, tengo algunas palabras para el futuro: es un buen futuro”.

“Ha habido algunos tiempos malos en la Iglesia”, señaló, consciente de la crisis de abuso sexual por parte del clero y las divisiones políticas dentro de la Iglesia.

“Entonces, tienen sus trabajos por delante. Puede que aún no sepan cuáles son, pero Dios tiene un plan para cada uno de ustedes”.

050421 Fr Kottar2Les animó a enseñar el rezo del Rosario, venerar la Eucaristía y a estar por encima de divisiones.

“Desearía poder quedarme un poco más, y tal vez lo haga. Pero ustedes van a ser el futuro. Y creo que ser liberal o conservador no es importante. Se trata de tener fe, tener fe en Dios. Así que mantengan la fe”.
Entre lágrimas, su hermana Renee Selby dijo que espera que sus palabras y ejemplo inspiren a cualquier joven que esté explorando su propósito en la vida.

El domingo 2 de mayo, el Obispo Peter Jugis se unió a los feligreses en Santa María para compartir la noticia de la partida de su párroco y anunciar que el Padre Fidel Melo servirá como administrador parroquial hasta que un pastor permanente sea designado. 

“El Padre Kottar había dicho previamente que uno de los más importantes roles de un sacerdote es mostrar a Cristo al mundo. Y él se convirtió en sacerdote para compartir el amor de Cristo con todos”, anotó el Obispo Jugis. “Ahora es importante para nosotros seguir haciendo lo mismo”, dijo, citando el lema de la parroquia: “Que en todas las cosas Dios sea glorificado”.

Monseñor Patrick Winslow celebró la Misa y en su homilía trazó un paralelo entre los actos del Padre Kottar y sus palabras: “Estoy tomando un día a la vez”.

“Así como he vivido, así moriré, un día a la vez. Ese es su mensaje”, dijo Monseñor Winslow.

Cuando se le preguntó directamente, el Padre Kottar dijo que si pudiera, le diría a su parroquia simplemente: “Adiós”. Una despedida que se traduce como “A Dios”.

El Padre Kottar regresará con su familia parroquial, dijo su hermana, cuando sea enterrado en la cercana Abadía de Belmont.
El Padre Kottar dijo que espera con ansias lo que vendrá después de eso: “Será bueno ver a Dios, el Señor”.

— Liz Chandler, directora de comunicaciones

Comparta sus palabras de apoyo

Para comunicarse con el Padre Kottar y su familia, envíe un correo electrónico a This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it. o envíe una carta a: Violet Springs Health Campus (Attn: Father Michael Kottar), 603 Diley Road, Pickerington, OH 43147.

 

Vea un video en el que los seminaristas universitarios de San José le cantan al Padre Kottar, y sus consejos de despedida:

 

Las apariciones de la Virgen de Fátima son famosas por el “secreto”, dividido en tres partes, que fue transmitido a la humanidad.