MATAMOROS, México — Cuando la hermana Norma Pimentel preguntaba a solicitantes de asilo en un campamento junto al Río Bravo en esta ciudad fronteriza mexicana que necesitaban, ellos solían pedir artículos como utensilios y cobijas. Ahora, cuando habla con ellos, expresan temor por su seguridad y preguntan cómo salir.
Afirma que están entrando a una situación más desesperante. "Sáquenme de aquí, tengo miedo por mi hijo", es lo que le dicen.