CHARLOTTE — Con una Misa en recuerdo a su martirio, se honró la vida, obra y sacrificio del beato, Monseñor Óscar Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980, tras haber denunciado en sus homilías las violaciones de los derechos humanos y expresado su solidaridad con las víctimas de la violencia política durante la guerra civil que sacudió su país, El Salvador, entre los años 70 y 90.
El servicio litúrgico tuvo lugar el sábado 24 en horas de la tarde en la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, y fue celebrado por el padre Gregorio Gay, Vicario Parroquial.
La Misa, usualmente en inglés y con una gran presencia juvenil, se realizó en inglés y español, sin dejar de lado la esencia de la celebración central de Domingo de Ramos.
Durante su homilía, el padre Gregorio aseguró haber seguido cercanamente el desarrollo de la vida de Monseñor Romero, tras interesarse sobre la defensa de los más pobres y afectados por la lucha política en El Salvador. “Tristemente, me enteré de la muerte de Monseñor solo dos meses antes de mi ordenación”, señaló.
Luego, gracias a una proyección audiovisual que recogió las palabras del Papa Francisco, todos pudieron enterarse de lo ocurrido a Monseñor Romero. En el vídeo, el Santo Padre reconoció que tras el sacrificio del mártir muchos lo insultaron, injuriaron, justificaron su muerte e “incluso el mismo clero”, le dió la espalda.
Ana Miriam Carpio, directora ejecutiva de UNISAL, una organización sin fines de lucro por la defensa de los inmigrantes, fue invitada por el sacerdote a dirigirse a los presentes al término de la Misa.
Carpio señaló que su vida fue tocada en numerosas oportunidades por “San Romero, al que llamo Santo porque sabemos que lo será muy pronto”. “En mi vida”, dijo, “Dios me ha bendecido muchas veces gracias a la interseción de Monseñor, al que le he pido siempre fuerzas para continuar en la lucha por la defensa de los derechos de los inmigrantes”.
Más adelante comparó a los desprotegidos de la guerra civil salvadoreña, que se estima causó alrededor de 75 mil muertos, con las víctimas de la persecusión a inmigrantes que se “ha desatado bajo el gobierno de los Estados Unidos”.
“Día a día vemos más y más familias separadas, más y más niños que son deportados aquí en la Corte de Inmigración de Charlotte. Por eso, al igual que ayer, como dijo Monseñor, lo que necesitamos es unidad para detener esto”.
Óscar Carranza, otro de los asistentes, declaró haber compartido con Monseñor Romero muchos momentos “que llevo en mi corazón” e invitó también a los presentes a comprometerse en la lucha por el servicio a los más vulnerables.
‘Pensar con la Iglesia’
Como afirma el P. Jesuita Thomas Rosica, uno de los temas principales que impregna el pensamiento de San Ignacio de Loyola es su exhortación a “pensar con la Iglesia”. Asegura que para el arzobispo Óscar Romero pensar con la Iglesia “fue más allá del asentimiento intelectual a la enseñanza autorizada”, lo que significa “abrazar su misión, la misión salvífica de Jesucristo, de proclamar el Reino de Dios a los pobres”.
Rosica añade que “antes de ser arzobispo, Óscar era un sacerdote tímido y tradicional, reacio a la política y muy cómodo dentro de las paredes de su iglesia”, lo que eventualmente le valió para ser nombrado Arzobispo.
Un mes después de su ordenación, Rutilio Grande, uno de los amigos más cercanos de Romero, un jesuita que dirigía una parroquia rural, fue asesinado por agentes estatales.
Romero mostró su enojo, canceló la misa dominical y desde la catedral culpó al gobierno por la muerte de Grande, exigiendo justicia. Meses después, rechazó la invitación a la toma de posesión del nuevo presidente, el general Carlos Romero y se negó a reunirse con funcionarios hasta que investigaran y procesaran el crimen contra el P. Grande.
El 23 de marzo de 1980, a los 62 años, Romero hizo desde la catedral un enérgico llamamiento al ejército salvadoreño, en su homilía titulada La Iglesia, un servicio de liberación personal, comunitaria, trascendente,
El lunes 24, alrededor de las 6:30 de la tarde, un disparo hecho por un francotirador impactó en su corazón cuando ofrecía la Consagración oficiando Misa en la capilla del hospital Divina Providencia en la colonia Miramonte de San Salvador.
— César Hurtado, Reportero Hispano
CHARLOTTE — En una reunión informativa, el coordinador del Ministerio Hispano del Vicariato de Charlotte, Eduardo Bernal, anunció la creación de la ‘Pastoral de la Salud’, que se encargará de extender los servicios de salud a las personas más necesitadas de la comunidad.