Ciudad del Vaticano — Las personas mayores no son "sobras" para desechar; más bien, continúan siendo un sustento precioso para las familias, los jóvenes y las comunidades, dijo el Papa Francisco en la homilía que escribió para la Misa celebrada con motivo de la primera Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos.
CHARLOTTE — “Tenerte, quererte, respetarte. La Planificación Natural de la Familia, Apoyando los dones de amor y vida de Dios en el matrimonio” es el tema de la Semana Nacional de Concientización de la Planificación Natural de la Familia, una campaña educativa de la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos para celebrar la visión de Dios para el matrimonio y promover los métodos de Planificación Familiar Natural.
Planificación Familiar Natural es un título general para referirse a los métodos éticos, naturales, seguros y efectivos para lograr y evitar el embarazo en el matrimonio. Los métodos de PFN enseñan a las parejas cómo observar e interpretar los signos de fertilidad e infertilidad de la esposa. En palabras del Catecismo de la Iglesia Católica, los métodos de la PFN “respetan el cuerpo de los esposos, fomentan la ternura entre ellos y favorecen la educación de una auténtica libertad” (CIC, 2370).
La Semana de Concientización sobre la Planificación Familiar Natural será del 25 al 31 de julio, destacándose el 25 de julio el aniversario de la encíclica papal “Humanae Vitae”, que articula las creencias católicas sobre la sexualidad humana, el matrimonio, el amor conyugal y la paternidad responsable.
La Diócesis de Charlotte se une a los obispos de Estados Unidos para destacar los beneficios de la PFN como métodos éticos para ayudar a las parejas casadas a vivir el diseño de Dios para sus matrimonios.
El programa de PFN de la diócesis, que se encuentra bajo la cobertura de los Servicios de Enriquecimiento Familiar de Caridades Católicas, ofrece regularmente cursos gratuitos centrados en PFN, en inglés y en español, en territorio diocesano para grupos pequeños. También se encuentran disponibles opciones de instrucción online y privada. Se brinda apoyo continuo para el seguimiento, cuando se busca prepararse para el embarazo, y durante las transiciones, como el postparto o la perimenopausia.
La diócesis también ofrece a los laicos y profesionales de la salud orientación para hacer que sus prácticas médicas sean provida y afirmen la fertilidad. ¿Está buscando un médico que apoye la PFN o es un profesional de la salud interesado en la educación continua relacionada con la PFN? Comuníquese con la Directora del Programa de
Planificación Familiar Natural, Batrice Adcock, MSN, RN, al 704-370-3230 o por correo electrónico a This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it..
En www.ccdoc.org/en/services/family-enrichment/natural-family-planning: Conozca más sobre las clases de PNF que se ofrecen
En www.usccb.org/topics/natural-family-planning/church-teaching: Obtenga mayor información sobre cómo abrazar el plan de Dios para el amor matrimonial y las enseñanzas de la Iglesia que respaldan el uso de la PFN
Dos líneas rosadas nos devolvieron la mirada a mi esposo y a mí, mientras veíamos la tira reactiva de la prueba de embarazo por primera vez anunciando la revelación de que Dios había bendecido nuestro nuevo matrimonio, apenas en su segundo mes, con el regalo de la vida. Estaba en medio de mi acelerado programa de capacitación para asistente médico y quedar embarazada no estaba en nuestros planes. Pero estaba en el plan de Dios. Muchas emociones nos golpearon ese día: emoción, alegría, ansiedad, miedo y fe. Teníamos muchas preguntas para Dios, entre ellas: ¿Podríamos encontrar una práctica médica católica que nos apoye durante nuestro viaje hacia la paternidad y más allá?
Afortunadamente, pudimos encontrar un médico católico local en nuestro pequeño pueblo en Carolina del Norte. Sin embargo, este no es siempre el caso de las mujeres y sus esposos en la Diócesis de Charlotte.
Es posible que muchos de ustedes hayan tenido problemas, o conozcan de alguien que haya sufrido para encontrar una práctica médica que brinde atención médica integral a la mujer que honre y respete las enseñanzas de la fe católica. O tal vez haya encontrado un doctor o doctora, solo para descubrir que está demasiado lejos o no acepta nuevos pacientes. Mi objetivo es solucionar este problema para los católicos rurales de Carolina del Norte y para cualquiera que busque atención para mujeres pro-vida.
Mi nombre es Megan Blum y soy una asistente médica católica que vive en la diócesis. Este es mi sexto año en la Iglesia, y la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II jugó un papel muy importante en mi conversión. Me esfuerzo por honrar la dignidad y el diseño otorgado por Dios a la mujer en mi práctica médica. Estoy ansiosa por comenzar una práctica de telesalud a través de My Catholic Doctor para brindar servicios médicos basados en el conocimiento de la fertilidad a las mujeres que viven en las dos diócesis de Carolina del Norte, especialmente a las mujeres que viven en las zonas rurales de Carolina del Norte. Mi objetivo es ofrecer tratamiento médico de los problemas de salud de la mujer, como infertilidad, síndrome premenstrual, síndrome de ovario poliquístico, ciclos irregulares, acné, tratamiento de los síntomas de la menopausia, ansiedad y depresión posparto, entre muchos otros. Quiero ofrecer esta atención a través de telesalud utilizando los mejores modelos de medicina basados en la conciencia de la fertilidad, incluyendo Naprotechnology, FEMM y Marquette.
No puedo hacer esto sin el apoyo del tiempo, talento y tesoro de los fieles de nuestra gran diócesis. Muchos profesionales médicos talentosos e instructores de Planificación Familiar Natural en nuestra diócesis han brindado su tiempo y talento para guiarme en esta tarea. Por ello estoy más que agradecida. Algunos también han dado su tesoro. Para obtener la certificación en los tres modelos mencionados anteriormente, necesito recaudar $ 13,000 para la matrícula y otros gastos educativos. Estoy cerca de $ 11,000 por debajo de mi meta y recaudo dinero a través de una página de GoFundMe. Si usted, de corazón desea ayudar a mi causa, cualquier monto que pueda donar sería de gran bendición y ayudaría a cubrir el costo de la capacitación.
Si usted no puede efectuar un donativo, ¿podría considerar incluir mi práctica médica en sus oraciones? Por favor, ore para que las mujeres en las zonas rurales de Carolina del Norte y otras de Estados Unidos puedan encontrar profesionales médicos que reconozcan su verdad y hermoso diseño. Los dejo con un último pensamiento de Salmos 139:14: “Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; Maravillosas son Tus obras, Y mi alma lo sabe muy bien”. Ojalá que todos experimentemos la maravilla del glorioso diseño de la mujer por parte de Dios y su don de la fertilidad.
Pueden encontrar mi página de GoFundMe aquí: www.gofund.me/d9603aeb. Además, ayúdenme a correr la voz sobre mi recaudación de fondos y sobre la falta de medicina basada en la fertilidad en Carolina del Norte compartiendo mi historia con amigos, familiares o colegas. Para más información, contáctenme en This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it..
— Megan Blum
Creo que el Espíritu Santo tiene que trabajar más fuertemente en algunas personas. Yo soy una de esas personas. He estado ejerciendo como médico obstetra/ginecóloga en el área sur de Charlotte durante ocho años. Católica de toda la vida, siempre me consideré una médico provida. Pero, al trabajar en una práctica secular, recetar anticonceptivos hormonales era parte de mi trabajo diario. Si bien siempre supe de la enseñanza de la Iglesia sobre la anticoncepción hormonal, honestamente decidí ignorarla, convenciéndome de que la enseñanza era anticuada y, por lo tanto, no se aplicaba a las mujeres de hoy, ni a mí ni a mis pacientes. Lamentablemente, en la formación médica nos enseñan a tratar la mayoría de las afecciones ginecológicas con anticonceptivos hormonales, implantes o DIU, y eso es lo que hice durante cuatro años de residencia y ocho años de práctica privada.
No fue hasta 2020, cuando golpeó la pandemia, que comencé a ver el error en este pensamiento y forma de practicar la medicina. Mientras muchos de mis colegas de medicina interna, UCI y ER, ponían en riesgo sus vidas al tratar pacientes con COVID-19, yo estaba sentada segura en casa haciendo visitas virtuales, prescribiendo anticonceptivos a través de Internet. Simplemente me sentía sola y mal.
Entonces comencé a mirar más de cerca las Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia.
Aquí es donde el Espíritu Santo me guió a una conversión de corazón, llevándome varias personas que me ayudaron en este proceso. Mientras esperaba un vuelo retrasado en el aeropuerto de Charlotte, leí “Humane Vitae” por primera vez. Comencé a buscar métodos basados en el conocimiento de la fertilidad (FABM) para tratar problemas ginecológicos y otros problemas hormonales. Comencé a hablar realmente con los pacientes y a reconocer que muchos de ellos, católicos o no, simplemente buscan una mejor manera de planificar embarazos y tratar problemas hormonales y de fertilidad. Muchos, si no la mayoría, de mis pacientes estaban frustrados con los riesgos, efectos secundarios y costos de la anticoncepción hormonal que les había estado recetando.
San Pablo dice en su primera carta a los Corintios: “¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos? Porque han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:19-20).
Y aquí estaba yo, una católica de cuna, prescribiendo métodos anticonceptivos que dañaban los aspectos espirituales y físicos de la vida de mis pacientes.
El Espíritu Santo también se puso a trabajar en mi vida personal. Después de siete años de matrimonio, la mayoría de los que pasaron usando anticonceptivos hormonales, mi esposo y yo comenzamos a usar PFN. Ha marcado una gran diferencia en nuestra comunicación y en la salud de nuestro matrimonio.
Como dije, el Espíritu Santo realmente tuvo que trabajar en mí. Se necesitó de una pandemia y ocho años de práctica secular para mover esta montaña. Por fin acepté el llamado para hacer la transición de mi práctica a FABM, o Planificación Familiar Natural (PFN). Desafortunadamente, la profesión médica de OB/GYN está completamente en desacuerdo con los principios de la PFN y, por lo tanto, la capacitación médica en este campo no se brinda en la gran mayoría de las escuelas de medicina y los programas de residencia. He completado la formación en educación para la fertilidad y manejo médico (FEMM), y me ha impresionado lo mucho que hay que aprender. Asistiré a la capacitación sobre tecnología procreativa natural (NAPRO) en otoño en Omaha, Nebraska, para brindar un mejor servicio a las residentes del área de Charlotte que buscan este tipo de atención médica. Oro para que el Espíritu Santo continúe siendo paciente conmigo, guiándome a practicar siempre con Su verdad en mi corazón como sierva de Dios y de Su pueblo.
— Jillian Johnston, MD, FACOG; Novant Health Southeast OB/GYN