ASHEVILLE — Con la finalidad de ofrecer un crecimiento espiritual y motivación a los agentes pastorales de iglesia, para que estén preparados a una próxima organización y reapertura de retiros presenciales, el Ministerio Hispano del Vicariato de Asheville organizó una serie de jornadas ignacianas que se llevan a cabo mensualmente en la Escuela Católica San Eugenio en Asheville.
“Durante el tiempo de pandemia muchas personas mostraron su interés de continuar con los retiros. La necesidad espiritual es muy grande”, dijo Antonio García, coordinador del Ministerio Hispano del Vicariato de Asheville. Sin embargo, la imposibilidad de poder llevarlos a cabo debido a las restricciones sanitarias decretadas por las autoridades los obligó a posponer y luego cancelar actividades. “Inclusive, ahora mismo, aunque la pandemia termine mañana y todo el mundo esté vacunado, no vamos a comenzar a realizar retiros ya. Ha pasado un año de mucha incertidumbre, mucho dolor para mucha gente, y este tiempo necesitamos procesarlo”.
El anuncio de las jornadas ignacianas captó la atención de los miembros de los equipos de evangelización organizadores de talleres y retiros, cursillistas, encuentros Emaús, pastoral familiar, pastoral juvenil, líderes de comunidades de base y catequistas que rápidamente se inscribieron y completaron el cupo para las sesiones presenciales sabatinas de seis horas que iniciaron el 27 de febrero y concluirán el 24 de julio próximo.
“Estos seis meses, ayudarán a los equipos pastorales a entrar en un proceso espiritual donde evaluemos nuestra vida y dirijamos nuestra oración para que, primero Dios, en la segunda mitad de este año nos sintamos reforzados y preparados para reanudar nuestras actividades”, anotó García.
Respecto a la particular programación de jornadas ignacianas, el coordinador dijo que el método ignaciano es “muy introspectivo”, “muy psicológico” y que “reta a la persona a echar un vistazo a su interior para verse tal como es”, y por lo tanto resulta siendo un recurso “muy sanador”.
García destacó el papel de la presentadora, Ibis Centeno, quien dirigió por tres años consecutivos la Oficina de Espiritualidad Ignaciana para la Colaboración Jesuita en el Sureste de Estados Unidos. Centeno, experta en el método ignaciano, es actualmente coordinadora del Ministerio Juvenil Hispano de la Diócesis de Charlotte. “Particularmente te puedo decir que la primera sesión que vivimos fue algo muy bello, y es un gran privilegio contar con una expositora como Ibis en nuestro vicariato”, subrayó.
Con el propósito de ampliar la participación a un mayor número de personas, los organizadores han planificado realizar adicionalmente una sesión mensual de dos horas por Zoom, una vez por mes, desde el lunes 8 de marzo, de siete a nueve de la noche.
En las sesiones virtuales, si bien la prioridad de inscripción es para los líderes de iglesia del Vicariato de Asheville, en caso de no completarse el cupo para la plataforma Zoom, los organizadores aceptarán participantes de otras regiones geográficas.
El coordinador indicó que, de preferencia, los participantes en las conferencias vía Zoom deben asistir a todas las sesiones, ya que ellas se encuentran estrechamente relacionadas y las reuniones previas son fundamento de las siguientes. Sin embargo, queda abierta la posibilidad para que nuevos participantes se integren progresivamente a la serie de conferencias.
Para registrarse en las jornadas ignacianas virtuales, debe enviar un mensaje de texto a Antonio García al (828) 713-3210, solicitando su inscripción.
Tenga presente que las fechas programadas son 12 de abril, 3 de mayo, 7 de junio, 12 de julio y 9 de agosto. Recuerde que el cupo es limitado y solo podrán ingresar a la plataforma Zoom aquellos que se registren previamente y cuenten con el enlace autorizado.
Si tiene alguna otra consulta adicional, también puede escribir un correo electrónico a Antonio García a la dirección This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it..
— César Hurtado, Reportero
La parroquia San Eugenio en Asheville acoge en las amplias instalaciones de su gimnasio a los participantes de la jornada ignaciana organizada por el Ministerio Hispano de ese vicariato. Como se aprecia, los asistentes cumplen rigurosamente los protocolos de seguridad dictados por las autoridades sanitarias para prevenir el contagio del Coronavirus. Debido a la capacidad limitada, los organizadores han previsto la realización virtual del mismo evento con una capacidad de hasta 100 participantes. (Foto cortesía Antonio García)
CHARLOTTE — “Celebramos con gozo la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. Esta es la fiesta de nuestra salvación".
Con estas palabras, el Obispo Peter Jugis dio la bienvenida a los fieles congregados el 3 de abril en la Catedral San Patricio por la Vigilia Pascual.
La Misa de vigilia comenzó al atardecer con la tradicional bendición del fuego de Pascua y el encendido del Cirio Pascual, seguida de una procesión a la luz de las velas a la catedral San Patricio a oscuras, donde el Pregón Pascual fue proclamado.
A diferencia de la Pascua pasada, cuando la catedral permaneció oscura y casi vacía debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19, la celebración de la Pascua de este año fue alegre, aunque con la participación limitada de fieles para permitir un distanciamiento social seguro. La Misa también se transmitió en vivo por el canal YouTube de la diócesis para permitir que las personas participen virtualmente.
El Obispo Jugis sonrió al mirar a las personas sentadas en las bancas, y señaló: “Jesús dijo: 'Los veré de nuevo, sus corazones se regocijarán y nadie les quitará su gozo'. Compartimos el gozo de aquellos primeros apóstoles y el gozo de todos los cristianos a lo largo de los siglos”.
En su homilía, el obispo reiteró sus mensajes de toda la Semana Santa: el sufrimiento y la muerte de Jesús fue la expresión de su amor por la humanidad y nuestra salvación.
“Por Su sufrimiento, Su muerte y Su resurrección, Jesús ha logrado nuestra salvación”, dijo. Y, "habiendo logrado nuestra salvación, comparte su nueva vida con nosotros".
"No estamos celebrando la reanimación de un cadáver", dijo. “Celebramos al Señor glorificado, resucitado de entre los muertos. Él comparte esa vida glorificada con nosotros, para que también nosotros podamos cobrar vida en Él, para que podamos cobrar vida y vivir una nueva vida, una nueva vida de gracia, una vida de santidad, una vida de caridad".
“El Cristo resucitado vive en nosotros y nosotros vivimos en él, su nueva creación”.
La nueva vida en Cristo comienza con el bautismo, por eso los fieles renuevan sus promesas bautismales cada Pascua, explicó el obispo. “Al hacerlo, renovamos nuestro compromiso con Jesucristo y nuestro compromiso con la vida cristiana”.
El obispo administró los sacramentos de iniciación a dos personas que se unieron a la Iglesia en la Vigilia Pascual: Henry Braden Fisk y Carter McCrain. Ellos son parte de las casi 100 personas de toda la Diócesis de Charlotte que ingresan a la Iglesia Católica en esta Pascua.
“Jesús es para todos nosotros”, concluyó el obispo, “el Camino, la Verdad y la Vida”.
— Patricia L. Guilfoyle, editora