Mis queridos hermanos en Cristo,
Un gran saludo y un fuerte abrazo en la distancia. Quisiera compartir con Ustedes el tiempo que estamos viviendo: una Cuaresma en tiempo de pandemia.
Queridos hermanos,
Hemos empezado este hermoso tiempo de Cuaresma, en el cual, a imitación de nuestro Señor Jesucristo, nos retiramos al desierto para prepararnos a vivir mejor nuestra vida cristiana que consiste siempre en hacer la voluntad del Señor.